Llevaba nombre de virgen, había cruces en llamas, se mostraba con un gran escote, se enamoraba de un santo que, para colmo era negro, todo eso pasaba en el videoclip de “Like a prayer” de Madonna de 1989. La artista ya era un ícono pop y Pepsi le pagó una buena cantidad de dinero para que realizara un comercial, pero cuando grupos religiosos y conservadores vieron de qué se trataba el estreno de la entonces morocha artista pidieron poco menos que su prohibición y la empresa de gaseosas decidió esconder el aviso durante 34 años.
Ahora, en este 2023, la Reina del pop tuvo su reivindicación y en la gala de los MTV Music Video Awards se pudo ver por primera vez el misterioso video comercial. En el Prudential Center de Newark de Nueva Jersey se develó el misterio.
Madonna con humor compartió el video en sus redes sociales y escribió: "Hace 34 años hice un comercial con Pepsi para celebrar el lanzamiento de mi canción, Like a Prayer. Fue rápidamente cancelado cuando me rehusé a cambiar cualquier escena del video, en la que estaba besando a un santo negro o quemando cruces. Así comenzó mi carrera como una artista que se niega a cambiar su integridad artística. Agradezco a Pepsi por finalmente notar la genialidad de nuestra colaboración. Los artistas estamos aquí para hacer temblar la paz".
Cómo llegó Madonna a convertirse en Reina del Pop
En el comercial se ve a Madonna disfrutando de fragmentos de su nueva canción sentada en un sillón con la gaseosa, pero el problema se centraba en que todo lo vinculado a “Like a Prayer” era demonizado, literal y metafóricamente.
Pepsi reconoció haberle pagado 5 millones de dólares en 1989 a Madonna, pero, ante la crítica de grupos religiosos que condenaron el video, desde la marca prefirieron nunca estrenar su publicidad.
“Like a prayer” el cuarto álbum de Madonna
En 1983, Madonna lanzó su primer álbum que incluyó el éxito “Holiday”, después llegaría Like a virgin, donde comenzó a gestarse el encono de sectores más conservadores, que, además del tema que daba nombre al disco, incluía “Material girl”. En 1986 se editó True Blue, con canciones como “Papa don’t preach” y “La isla bonita” y luego redobló la apuesta en Like a prayer.
La canción “Like a prayer” además de incluir la simbología religiosa en la letra y el video, también lo hace en lo musical, con la elección del coro góspel para generar el climax del tema. Más allá de la cancelación y el escándalo, se trata de una de las mejores composiciones pop de la época, destacada por Rolling Stone, Blender y NME, entre otras.
El videoclip fue dirigido por Mary Lambert y cuenta la historia de un hombre negro que es acusado injustamente de asesinato y luego aparece como una especie de santo en una Iglesia. El Vaticano no dudó en condenar el video inmediatamente, pero el éxito no pudo ser aplacado.
Este no sería ni el primero ni el último cuestionamiento de orden moral en la carrera de la artista que puso en primera plana temáticas vinculadas a disidencias sexuales, erotismo, que se atrevió a criticar al presidente estadounidense George W. Bush y su intervención en la Invasión de Irak. Cada una de esas situaciones le valieron toneladas de cuestionamientos, pero ninguno de ellos logró amedrentarla.
RB/fl
LT
