MúSICA
PROPUESTA EXTREMA EN ALMAGRO

Suffocation e Incantation, una lección maestra de death metal

Los grupos estadounidenses desplegaron, el domingo 11 de septiembre, todo su poderío sonoro en The Other Place. El dilema del sonido bajo para evitar la "bola de ruido" y el desafío de domar distorsiones y guturalidad de máximo calibre.

Suffocation en Argentina
El vocalista Ricky Myers, un óptimo reemplazo de Frank Mullen, junto al histórico violero Terrance Hobbs. | Víctor Guagnini

La última noche del domingo no fue una más, aquella velada cerraba el Día del Maestro en Argentina y, atravesando casi todo el continente de punta a punta, se conmemoraba el 21° aniversario al hecho global que marcó el comienzo del nuevo milenio: el atentado y caída de las Torres Gemelas.

Desde aquella Gran Manzana, mordida y herida (con una cicatriz urbana que nunca cerró), aterrizaban en tierra gaucha dos de los mayores exponentes del death metal estadounidense: Suffocation e Incantation.

La cita extrema fue en The Other Place, un amplio reducto ubicado sobre la calle Gascón, lindante con las vías del ferrocarril Sarmiento, que le daban al lugar esa impronta de galpón ferroviario de donde emanaria una catarsis de sonidos extremos, distorsionados. Como bien su género lo identifica: el hedor mismo de la podredumbre sónica.

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Luz, cámara, ¡Metallica!

Ladrillo crudo, rústico, a la vista de todos, era la antesala en las paredes a un ancho, largo y amplio pasillo que recordaría al mítico Cemento, cuna inimitable del under local y el trampolín ineludible a la masividad. Un amplio patio cervecero, con una de sus paredes formadas por varios telones (símil alfombra con arabescos) separaban parte del improvisado backstage de la fauna local pesada, en donde muchas personas se saludaban como hiciesen años que no se veían.

Este tipo de velada extrema reunió a muchos seguidores +40 que, apenas salieron a la venta, disfrutaron de placas emblemáticas del metal muerte como Human Waste y Effigy of the Fogotten, ambos de 1991, o Breeding the Spawn (1993), títulos canónicos de Suffocation. Y también se refugiaron en Onward to Golgotha (1992) y Diabolical Conquest (1998), obras paridas por Incantation. Los queridos años ´90, en donde el brutal y el death metal técnico explotaría hacia todos lados.

Incantation en Argentina
Luego de las bandas locales soporte (Dislepsia y Amhortex) era el momento de esperar el primer plato fuerte de la noche: Incantation, una banda que volvía al pais (hizo fechas nacionales en 1999 y, veinte años después, en Museo Rock) con este Devastation Tour 2022 junto a sus sofocantes colegas. Dato de color: en algunas fechas centroamericanas, a la dupla de bandas, se sumaron los austríacos death-blackmetaleros de Belphegor.

Un conjuro a bajo volumen

La apertura con Propitiation seguido de Ethereal Misery dio lugar a la primera inquietud de la noche: el volumen. El escenario estaba ubicado como adentro de una gran fosa y, desde la parte superior que la balconea, ya se oía bajo al igual que desde el patio cervecero y de comidas. Al bajar por una de las escaleras laterales para comprobarlo, en medio del "campo" frente al escenario, el sonido se percibía también a escaso volumen. ¿A qué se debía?

Una de las hipótesis es que al exigir el volumen,podrían llegar a no distinguirse los instrumentos y debido a que todo se transforme en una bola de ruido, una fija para este tipo de eventos. Aunque se evite esto, no deja de ser preocupante que, a esta altura de la tecnología, no se pueda escuchar un show de death metal al palo y bien claro, sin ensordecer y que cada guitarra se identifique, la batería no retumbe (como si estuviésemos adentro de una caja) y la voz no desaparezca entre la distorsión. Debate para la historia.

Lo que si se percibió, y acá no hay estrategia sonora que valga, es el flojo desempeño vocal de John McEntee, el lider del grupo desde 1989 y que, para 2004, decidió -aparte de tocar la guitarra líder- hacerse cargo de las voces y así reemplazar a Mike Saez en el álbum Decimate Christendom.

Incantation en Argentina

En vivo, la voz cavernosa del líder de Incantation no tuvo la potencia necesaria para desgranar los clásicos deathmetaleros. La guturalidad parecía desgastada, cascada por el paso de los años, algo que quedó en evidencia según el grado de exigencia que el tema ameritaba. En canciones más lentas como Carrion Prophecy se pudo  apreciar mejor su registro vocal grave, sostenido desde la lentitud de la canción en cuestión pero que, al tomar velocidad, el violero hizo agua y empañó el show.

Cuatro temas del disco Sect of Vile Divinities (Entrails of the Hag Queen​, Fury´s Manifesto, y el que abrió el show -Propitiation- junto al que lo cerraría, Siege Hive) sirvieron para delinear las características de un desempeño notable desde lo instrumental pero muy polémico desde lo vocal. El pogo, que varias veces se expandió de las primeras filas, a casi toda la sede, resultó un condimento visual agradable, mientras se trataba de comprender, como una banda con el renombre que tiene Incantation, sonó de la manera que lo hizo esa noche.

Entre el público, el entusiasmo por volver a ver este grupo pareció ser mayor que el de asistir a Suffocation. La banda estadounidense de Pensylvania, durante la velada, pareció estar ensimismada (por más motherfuckers expedidos por su cantante hacia su público) y no pudo salir de su laberinto musical frente al intenso mosh del campo.

Incantation en Argentina

El olé, olé, del público, contagiaba a John McEntee quien durante varias oportunidades pidió levantar los brazos y hacer la señal de "los cuernitos" para comulgar con un grupo con más historia que música. Por lo menos, esa fue la sensación que dejó durante esta última noche de domingo, en donde también interpretaron Emaciated Holy Figure, Rotting Spiritual Embodiment, Lead to Desolation, Pest Savagery e Impending Diabolical Conquest, este último (del disco Diabolical Conquest), una de las canciones más esperadas de la velada.

Maquinaria sofocación

Luego del azote de Incantation en escena y, mientras el mismísimo McEntee se acodaba en una de las barandas ubicadas al costado del escenario (para esperar por sus colegas y disfrutar del show), la inquietud flotaba en el aire: ¿Sonará Suffocation tal cual que sus coterráneos? "Esto va a ser peor, son una máquina", le murmuraba un fanático, al pasar, a este cronista.

Al primer riff de guitarra, del alma del grupo, Terrance Hobbs, la duda se disipó. El death metal técnico y friccionado de Suffocation atronaría algo bajo, desde la complejidad musical que plasma, pero sin un sonido arrollador. En grupos de estas características es muy probable que un desajuste -o mala calibración- del volumen, afecte al espectáculo en general. Y con los precios que tienen hoy en día las entradas a un concierto, es mejor pecar de tibio que hacer un papelón sonoro.

La banda neoyorquina había debutado en el país allá por 2010, en el Teatro Flores, tocando, nada más ni nada menos, que junto a los británicos Napalm Death, banda que moldeó a la perfección los primigenios sonidos extremos. Luego se presentaron en 2017 y 2019, en Uniclub (junto al legendario cantante Frank Mullen) mientras que en el debut, en Flores, además dijo presente el amo de los blast beat, el baterista Mike Smith.
Suffocation en Argentina

El comienzo con Liege of Inveracity dejó ver la maquinaria extrema que cerraría la noche. Un sonido intrincado, friccionado, a toda velocidad y -nuevamente- con un volumen controlado, previo a cualquier desastre sonoro. El tema se encadenó con el título del tema que da nombre al ¿mejor? álbum de Soffocation: Effigy of the Forgotten.

El vocalista Ricky Myers sabe llevar muy bien las botas del mítico Frank Mullen, quien se retiró del grupo en 2018. Su despliegue vocal, técnicamente, se encuentra algo alejado del de su antecesor aunque conserva su potencia y guturalidad. Pero, en escena, le faltó el carisma de Mullen. Hasta repitió el movimiento del ex vocalista, con la mano abierta y levantada, para ir marcando el machaque de la batería de Eric Morotti, mención aparte, con una performance a varios kilómetros por detrás del inigualable Mike Smith.

Suffocation sonó compacto, sólido pero, al igual que Incantation, sin la brutalidad sonora a la cual se disfruta un show de death metal. En esta ocasión la guitarra de Hobbs, se empastó un poco con la de Charlie Errigo y, por momentos, costó identificar quien ejecutaba tal o cual pasaje de viola.

Suffocation en Argentina

El griterío local por Suffocation justificó la escasez de este tipo de ofertas extremas por estas tierras que, en parte, estarán saldadas por las futuras visitas de grupos como I am Morbid (reducto solista de David Vincent, histórico frontman de Morbid Angel) o con la futura descarga de Watain, a comienzos de diciembre.

Al comienzo, el clásico Catatonia (temazo del seminal Human Waste) puso las cosas en su lugar junto a los dos latigazos del álbum Pierced from Within: el que le da nombre al disco junto a Thrones of Blood.

Breeding Spawn y Funeral Inception fueron otras de las ejecuciones muy festejadas de la noche, junto al clásico Infecting the Crypts, que esató uno de los peores pogos de la noche, sabiendo que el final se acercaba.

Aquella noche, y a diferencia de su siguiente fecha en Chile, Suffocation no interpretó los bises Entrails of You y Surgery of Impalement. ¿El motivo? Un misterio. Brazos en alto de Myers (quien no paró de arengar entre tema y tema) junto a sus acólitos auguró un próximo retorno. Que así sea.

Suffocation en Argentina