Un temporal azotó a Resistencia entre la madrugada y la mañana del lunes, dejando un escenario crítico en gran parte de la ciudad. En apenas diez horas se registraron más de 160 milímetros de lluvia, un volumen muy por encima de los parámetros habituales, lo que provocó calles anegadas, viviendas inundadas y serios inconvenientes en los servicios básicos.
El subsecretario de Sistemas Hídricos, Sergio Vich, explicó que la mayor intensidad del fenómeno se concentró durante las primeras horas del día. Detalló que el sistema de desagües urbanos está preparado para soportar lluvias moderadas, pero no un caudal tan elevado en tan corto período. “Cuando el agua cae con esta intensidad, el colapso es inevitable”, indicó.
Uno de los puntos más comprometidos fue el canal Soberanía, que llegó a desbordarse en el sector cercano a la terminal de ómnibus. Esta situación generó un efecto en cadena que impidió el escurrimiento normal del agua en barrios conectados indirectamente al sistema pluvial, agravando los anegamientos en amplias zonas de la ciudad.
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Zona sur
La zona sur de Resistencia volvió a ser la más castigada por el temporal. Allí, según reconoció el funcionario, las obras de infraestructura siguen siendo insuficientes frente a eventos de esta magnitud, especialmente en sectores donde aún faltan canales o zanjas de desagüe. En contraste, en áreas del norte y oeste, donde se realizó mantenimiento preventivo, el agua logró drenar con mayor rapidez.
Además de los anegamientos, el temporal provocó la caída de al menos 65 árboles, así como daños en postes de energía, telefonía y cable. Cuadrillas municipales y personal de distintas áreas operativas trabajaron durante toda la jornada para despejar calles, destapar bocas de tormenta y asistir a familias afectadas, especialmente en barrios vulnerables.
Desde el Municipio y la Provincia se activaron protocolos de asistencia social, con relevamientos casa por casa. Vich advirtió también sobre una problemática estructural que agrava este tipo de emergencias: la ocupación de zonas de alto riesgo hídrico, particularmente en los bordes de lagunas, como ocurrió con la Laguna Francia, que se vio completamente desbordada.
En paralelo, el Servicio Meteorológico Nacional mantiene vigente una alerta por tormentas, con pronósticos que advierten sobre nuevas precipitaciones intensas.