Dos agentes policiales de Resistencia fueron detenidos este martes, imputados por presuntas exacciones ilegales luego de que una denuncia expusiera un presunto esquema de cobro de coimas durante controles vehiculares. Los efectivos, identificados como N. P. G. y M. E. G., quedaron alojados en la comisaría de Puerto Vilelas por orden de la Fiscalía Nº 14, a cargo de la investigación.
El episodio que originó la causa ocurrió el 2 de diciembre, cuando L. N. B., propietaria de una motocicleta Zanella ZB, prestó su vehículo a un amigo, C. J. C., para asistir a un partido de fútbol. Pasada la medianoche, mientras circulaba por la colectora de la Ruta 11, frente al supermercado Indio, dos policías lo interceptaron y aseguraron que el rodado sería secuestrado por “falta de espejos”.
Según la denuncia, la supuesta infracción derivó rápidamente en una oferta: $10.000 o $50.000 para evitar el procedimiento. Ante la falta de efectivo y crédito en el teléfono del joven, uno de los agentes le facilitó un CBU, a nombre del “Superior Tribunal de Justicia”, y le ofreció “anclarle WiFi” para que pudiera hacer la transferencia.
La propietaria realizó la operación por $10.000 y envió el comprobante. Tras exhibirlo, los uniformados lo dejaron continuar sin acta, sin secuestro y sin ningún trámite administrativo.
Horas después, el joven vio en las noticias que un policía había sido detenido por un hecho similar y reconoció al mismo agente que lo había extorsionado.
Investigación y detenciones
La denuncia formalizada activó al Departamento Delitos Económicos, que reunió pruebas, solicitó informes de Control GPS y avanzó en la identificación de ambos efectivos. Con esos elementos, la Fiscalía ordenó su detención.
Este martes, N. P. G. y M. E. G. fueron aprehendidos; este último ya estaba vinculado a una causa reciente con el mismo modus operandi. En poder de N. P. G. se secuestró un celular Samsung A04, considerado relevante para el expediente.
Tras los exámenes médicos y el paso por el Departamento Antecedentes, quedaron alojados en Puerto Vilelas. La causa continúa bajo directivas de la Fiscalía Nº 14, que analiza más pruebas y no descarta ampliar imputaciones.
Fuerte reacción interna: suspensión y sumarios administrativos
En paralelo al avance penal, el Órgano de Control Institucional (OCI) abrió sumarios internos y suspendió inmediatamente a ambos agentes. Su director, Ricardo Urturi, confirmó que se retuvieron sus haberes y remarcó la gravedad del caso.
“Un empleado policial que pide dinero en un operativo comete una falta gravísima que puede terminar en cesantía, aun sin delito penal”, afirmó.
Urturi explicó en declaraciones a Radio Libertad que los hechos atribuidos a ambos policías comparten la misma línea delictiva y que la investigación administrativa se desarrollará en paralelo a la judicial.
También recordó que ningún funcionario policial puede pedir dinero, “arreglos” o “propinas”, y que incluso aceptar un obsequio constituye una falta disciplinaria severa.
El titular del OCI instó a la ciudadanía a denunciar cualquier pedido de coima. Las presentaciones pueden realizarse en Investigaciones Complejas, en Jefatura, en el OCI o directamente en la fiscalía. “Les pedimos que, si denuncian en Fiscalía, también se acerquen a nuestras oficinas para iniciar el proceso disciplinario”, señaló.
Los dos policías permanecen detenidos a la espera de nuevas medidas de la Fiscalía Nº 14. En el ámbito interno, el OCI continuará con los sumarios y podría solicitar la cesantía dependiendo del resultado final del procedimiento administrativo.