Con la frontera como escenario principal, las provincias del noreste argentino se convirtieron en uno de los principales canales de ingreso de productos ilegales al país. Desde celulares de alta gama hasta huevos rotulados en portugués, el contrabando se disparó en la región y comienza a generar distorsiones comerciales no solo en zonas limítrofes, sino también en grandes centros urbanos como el conurbano bonaerense.
El dato que alerta: según una encuesta de la Unión Industrial Argentina (UIA), un 33,4% de las empresas del país asegura estar siendo afectada por esta competencia desleal, con diferencias de precios de hasta 40%. De acuerdo a una nota publicada por Clarín, el fenómeno viene creciendo de la mano de un "dólar barato" y la desregulación de importaciones, dos factores que alientan el ingreso de mercadería por canales paralelos.
Las provincias del NEA están en el epicentro: Misiones, Corrientes y Formosa son vías de entrada para productos que luego terminan en el AMBA. Solo en lo que va de 2025, la Aduana secuestró mercadería valuada en más de 30 millones de dólares, y la Ruta Nacional 14 fue identificada como un corredor crítico por donde circulan camiones con carga irregular proveniente de Paraguay, Brasil y Bolivia.
Celulares, al tope
Uno de los casos más impactantes es el de los celulares. Según AFARTE, uno de cada tres dispositivos activados en el país no fue fabricado ni ingresado legalmente. El contrabando de tecnólogos, como aires acondicionados y televisores, también se multiplicó en marcas específicas.
En el rubro alimenticio, la cerveza es protagonista. En Misiones, por ejemplo, circula de forma ilegal la reconocida marca brasileña Skol, sin la banda de identificación fiscal. El 40% de los autoservicios del AMBA ya venden cerveza de contrabando. También entran desde Paraguay y Bolivia huevos sin control sanitario: unas 550.000 unidades diarias, según datos de CEPA y CAPIA, lo que afecta a pequeños productores y al estatus sanitario nacional.
Otros productos como cigarrillos (las marcas Eight y Hills son las más presentes, ambas de origen paraguayo), juguetes, artículos de bazar y neumáticos también ingresan sin control y se distribuyen desde el NEA hacia todo el país. El contrabando de cigarrillos ya representa el 9,9% del mercado total, con epicentro en las provincias del norte.
Ante el escenario, la Aduana, la AFIP y la Secretaría de Comercio intensificaron los operativos, pero desde el sector privado alertan que los controles siguen siendo insuficientes frente a una logística cada vez más aceitada del comercio ilegal. Las consecuencias no solo son económicas: se pone en riesgo la seguridad sanitaria, se compite con sectores que tributan y se genera un ecosistema paralelo que erosiona el empleo formal.
"El que reparte, se queda con la mejor parte", había dicho Milei hace unos días. En el caso del contrabando, quienes reparten son estructuras clandestinas que, con un Estado debilitado en las fronteras, ganan terreno en el mapa económico del país.