Un confuso episodio ocurrido anoche en la zona norte de Resistencia terminó con un adolescente de 17 años internado en estado crítico tras recibir un balazo en el pecho. Aunque en un primer momento se habló de un ataque desde una motocicleta, la investigación tomó otro rumbo luego de que un amigo del herido admitiera que ambos estaban manipulando un arma calibre 22 cuando se produjo el disparo.
El hecho ocurrió cerca de las 21.30 en la intersección de avenida Lavalle y calle 10. Según los registros policiales, G.G., de 17 años, había salido de su vivienda en Fotheringham al 200 para visitar a E.E., un joven de 19 años que vive en las inmediaciones. Minutos después, vecinos escucharon una detonación y encontraron al adolescente desplomado en la vereda.
La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Perrando y derivada directamente a quirófano. Su madre, de 47 años, informó a los investigadores que el joven vive con autismo y retraso madurativo, que estudia y trabaja como repositor, y que no tiene antecedentes de conflictos previos.
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La primera versión y el giro en la investigación
En el lugar del hecho, el adolescente alcanzó a decirle a quienes lo asistieron que un motociclista en una 110 sin carenado se había acercado y le había disparado sin mediar palabra. Esa primera hipótesis activó protocolos de búsqueda y entrevistas en el barrio, pero rápidamente perdió consistencia: ningún vecino vio motos circular por la zona a la hora del ataque y tampoco se detectaron movimientos sospechosos en inmediaciones.
La dueña de la vivienda frente a la cual cayó herido, una mujer de 63 años, declaró que solo escuchó un disparo y que, al salir, encontró al joven tendido, sin presencia de terceros.
El punto de inflexión llegó horas después, cuando efectivos de la Comisaría Décima tomaron declaración formal a E.E., el amigo que recibió a la víctima antes del hecho. El joven reconoció que ambos estaban manipulando un arma de fuego y que el proyectil se escapó accidentalmente.
Pericias y búsqueda del arma
A partir de esta nueva línea, el Equipo Fiscal dispuso la intervención del Gabinete Científico del Poder Judicial, que realizó el dermotest al acompañante y preservó la escena para pericias balísticas. La Policía aún no logró recuperar el arma utilizada, lo que será clave para determinar responsabilidades y eventuales imputaciones.
Mientras tanto, Delitos Contra las Personas continúa con las entrevistas y reconstrucción de la secuencia previa al disparo, en un caso que expone nuevamente el acceso informal a armas de bajo calibre entre adolescentes.
El joven herido permanece internado en estado reservado y su evolución definirá los próximos pasos del expediente.