OPINIóN

A cien días de la asunción del “leve” Superministro, la política económica del Gobierno sigue siendo “humo sobre el agua”

Con un claro apoyo del sindicalismo y de los gobernadores peronistas, el gobierno no ha implementado aun un plan de estabilización y crecimiento. La improvisación de la gestión por parches sin plan, continúa imperando.

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Anuncios. El titular de Economía, Sergio Massa. | MECON

A cien días de la asunción del superministro, Sergio Massa, con un claro apoyo del sindicalismo y de los gobernadores peronistas, el gobierno no ha implementado aun un plan de estabilización y crecimiento. La improvisación de la gestión por parches sin plan, continúa imperando.

Aún cuando la designación formal del viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, demoró semanas por el cuestionamiento del Instituto Patria a sus antecedentes antikirchneristas, su nombramiento permitió desinflar el dólar blue impactado por el cuasidefault de mercado del exministro Martin Guzmán sobre los bonos en pesos y su intempestiva renuncia, así como la corta gestión de la exministra Silvina Batakis, sin apoyo de los gobernadores peronistas ni de la CGT.

El lema implícito de la gestión económica pareciera ser el siguiente: no devaluar ni desdoblar el mercado cambiario ni tampoco realizar un default formal.

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Deuda externa

Positivamente, la narrativa del ministro permitió que el FMI y el Club de Paris renovara los vencimientos de la deuda. El FMI es el verdadero prestamista de ultima instancia de Argentina, no su Banco Central que es el deudor de última instancia gracias a la insolvencia fiscal. Por ahora se evitaría el default formal con organismos multilaterales, pero no así con los principales acreedores de la deuda pública, los argentinos.

El FGS-ANSES, el ahorro para jubilación de generaciones de argentinos, la liquidez de los bancos y los fondos de inversión locales y de seguros están mayormente colocados en títulos públicos defaulteables. Una herencia envenenada para el próximo gobierno que asuma en 2023.

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El parche del dólar soja permitió adelantar la liquidación de la cosecha a cambio de reducir la disponibilidad de dólares en pocos meses, a costa de menor liquidación en pocos meses. Mas aún, el esperado ingreso previsto hacia fin de año de la cosecha de trigo esta afectada por la sequía. 

El endeudamiento público indexado a la inflación o al dólar linked, la emisión continua de LELIQS, así como los contratos de dólar futuro, tendrían el fin de postergar el riesgo de hiperinflación al próximo gobierno, fantasma reaparecido gracias a las textuales palabras del viceministro de economía.

El anuncio de medidas para compensar las inclemencias climáticas en cultivos regionales de la Patagonia curiosamente excluye el efecto de la sequía sobre el trigo y posiblemente sobre la siembra de soja y maíz para el próximo año.

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Son anuncios de expectativas de futuras medidas sin detalle ni contenido ex post y tardíos. El Estado populista inoperante no puede sustituir la falta de un generalizado mercado de seguros que permita morigerar los impactos climáticos sobre la producción agropecuaria, principal fuente generación de empleo regional y dólares genuinos.

Parafaseando la gran canción del grupo de rock, Deep Purple, la política económica del leve superministro no es mas que “humo sobre el agua”.