OPINIóN

M de Madre, M de Mártir, M de Mucho

Es culpa de la madre el dolor de la culpa, y la penuria sin fin del hijo roto, del hijo de nadie, del hijo sin padre, del sobreprotegido, del sobrematernado, del abandonado, del bien o mal querido, su fracaso y frustración, su daño y su protección, es culpa de la madre.

20200621_leche_materna_bebe_amamantar_telam_g
Madre | telam

Es culpa de la madre el dolor de la culpa, y la penuria sin fin del hijo roto, del hijo de nadie, del hijo sin padre, del sobreprotegido, del sobrematernado, del abandonado, del bien o mal querido, su fracaso y frustración, su daño y su protección, es culpa de la madre.

No hay Padre capaz de sobrevivir a un parto marginal, y es culpa de la madre.

Es culpa de la madre la herida en la frente, es su culpa la dificultad, la derrota, la sangre que fluye dentro y fuera, la vida y la muerte y la suerte.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Es culpa de la madre no haber estado atenta, al tobogán, cuando el vástago voló y cayó en la arena y es su culpa no haberle permitido nunca subir solo la escalera.

Es culpa de la madre, el fracaso, porque lo dio todo, y no dio tanto. Es su culpa porque nunca fue suficiente, su culpa la entrega, la renuncia, la impotencia, debió hacer más, debió hacer menos, es su culpa porque delegó, su culpa haberse ocupado, su culpa haber confiado.

Su culpa haber salido a trabajar, su culpa haberse quedado en el hogar, su culpa la droga y la religión. Su culpa.

Por una maternidad feminista y desobediente

Es culpa de la madre, el sueño y la vigilia, la teta y la mamadera, la guardería y el colecho, el country, la carpa, la calle, es su culpa.

Su culpa la adicción, la locura, la tortura, la maldad y el suicidio. Su culpa el amor del hijo que aún herido la ama, y ese amor es inexplicable, y es su culpa.

Es culpa de la madre haber parido, haber soltado, abandonado o comprimido, haber enfermado y necesitado, implorado, enloquecido, no haber contenido, haber soñado, no haber podido…

Nunca es suficiente, la madre y la culpa, nunca es suficiente.

Cada lagrima derramada, cada herida, desventura, fracaso, atadura…es culpa de la madre, y es su culpa amar con culpa.

Ha sido bendecida, ¡es madre!, cuántas quisieran…tan sagrada, todopoderosa, generosa, sacrificada, irascible, tan madre, imperfecta, tan culpa.

Los éxitos, la moral aceptable, la vida ordenada, es el lejano merito de los hijos de nadie, construido con esfuerzo y con tesón, lejos de las madrugadas en vela de vómitos, orín y fiebres interminables, lejos del cansancio, las tareas, lejos del ejemplo y la lucha constante.

Madre, con "e" final

Hubo algo o quizá alguien, de mirada y presencia sutil, que seguía celosamente los pequeños pasos, mientras crecían los hijos de El Padre, pero ¿quién le recordaría con reconocimiento?, es solo una madre. O quizá solo yacía tirada en la calle, con la esperanza mojada y una pequeña cabeza repleta de piojos compartiendo su almohada, una almohada tibia, con olor a hija, con olor a madre.

Aquellos son hijos buenos, dignos herederos de El Padre, o tal vez están presos y es por falta de Él. Su vida, su suerte, su muerte crece condicionada por la figura ausente, pero avanza sobre la espalda agobiada de Mártir de un rol empecinado y empobrecido, sometido a las expectativas del ideario popular, Ser Madre como valor, ser Madre como horizonte, ser Madre como única alternativa para ser, y tener. Cuando falta todo, cuando no hay nada, queda la sangre.

Y de dónde habrán salido los exitosos, los poderosos, los solidarios, los compasivos, los samaritanos, como y con quien habrán crecido y ¿cómo serán sus madres?… seguramente a ellos no les faltó El Padre, y eso también es culpa de la madre. 

Aquella mujer que ha parido su propia maternidad ultrajada o romantizada, es víctima y verdugo de su transmutación, paga con años, cuerpo y alma, con la hoguera, una sacralidad conveniente pero indeseada.

No hay límite cuando la existencia se expande sin límites. Un seno eterno cuyo caudal es suficiente para calmar las ansias de una tribu entera, se acerca peligrosamente al vacío.

7 series que reflexionan sobre lo que significa ser madre hoy

Sin leche para DAR, no hay Madre y no hay nada.

Por exceso o carencia, por acción u omisión, es culpa de la madre.