OPINIóN
Turismo porteño

CABA: cuando el arte se va al pasto

Lo mejor de Buenos Aires es que en medio de sus frondosos "bosques de cemento" afloran bellos pulmones verdes donde poder sacudirse la rutina y respirar un poco de arte público.

Patio Andaluz
Turismo CABA | Archivo General de la Nación

Buenos Aires tiene oasis verdes que rebosan de cultura al aire libre, al paso. Dentro del Rosedal de Palermo, por ejemplo, se encuentra el Patio Andaluz, un conjunto donado por el Ayuntamiento de Sevilla (que a Buenos Aires llegó en barco y desarmado, como era habitual en el siglo pasado).

Allí se puede ver en el centro de la glorieta andaluza, la fuente de cerámica con escenas de la Fundación de Buenos Aires, bancos con episodios de Don Quijote de la Mancha de Cervantes y mayólicas en las escaleras con imágenes de la vida en España.

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Pegadito está el Jardín de los Poetas con bustos de grandes escritores.y, como bonus track, uno se puede sentar un rato en los banquitos de plaza hasta que se le impregne el aroma de los 18.000 rosales de mas de mil variedades que hay en este paseo declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires por la Legislatura porteña.

Por su parte, las Barrancas de Belgrano despliegan un muestrario enorme de patrimonio escultórico y arquitectónico. Entre otras cosas, se puede observar un busto de Belgrano, la glorieta, senderos con adoquines del siglo XIX, mesas con tableros de ajedrez, la Fuente de los Delfines, la quinta de Valentín Alsina y una réplica a escala de la Estatua de la Libertad.

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Turismo CABA 20221025
La réplica a escala de la Estatua de la Libertad y la estructura original de las Barrancas de Belgrano.

Esta última fue realizada por Frédéric Auguste Bartholdi, el mismo autor de su famosa hermana neoyorquina. La particularidad es que en Buenos Aires se inauguró unos días antes que en Estados Unidos.

Como si fuera poco, la parquización de las barrancas fue diseñada en 1892 por el arquitecto paisajista francés Charles Thays.

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Pero el Jardín Botánico posee una verdadera reliquia. Se trata de un invernáculo de hierro y vidrio que fue traído desarmado desde Francia en el 1900 y premiado en la Exposición Internacional de París de 1889.

La estructura fue diseñada por el arquitecto Albert Ballú y es parte del conjunto del Jardín Francés Luis XV; treinta y cinco metros de largo por ocho de ancho con una cúpula central que llega a los cinco metros de altura y es considerada un clásico del estilo Art Nouveau.

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Jardín Botánico y el invernáculo de hierro. 

Además, la estatuaria del Jardín Botánico de Buenos Aires está colmada de obras de escultores argentinos que riman con esta época del año, como la "Ondina del Plata", de Lucio Correa Morales, también conocida como "La Primavera"; "La Pureza", de Alfredo Bigatti o "Flora Argentina", de Emilio Andina.

Definitivamente, el arte se fue al pasto.

*Periodista.