El filósofo griego presocrático Heráclito de Éfeso, expresó: “la única constante es el cambio”. Esta frase se puede aplicar a cualquier aspecto de nuestra vida, nos recuerda que debemos acostumbrarnos y prepararnos al cambio, pues el cambio es lo único que permanece.
La función y objetivo de un Departamento de Auditoría Interna también experimentó una notable evolución. Comparada con la década de 1950, la actualidad presenta un panorama completamente diferente. Los desafíos que enfrentamos hoy requieren otras habilidades y conocimientos.
En este contexto, si hablamos de la profesión en los últimos tiempos, la misma ha tenido que afrontar numerosos desafíos y adaptaciones. Entre ellos, se destacan los cambios en las Normas Globales de Auditoría, que entrarán en vigor oficialmente a partir del año 2025.
Además, la propia misión de la auditoría interna ha evolucionado: ha pasado de ser un garante del aseguramiento en las organizaciones a convertirse en un generador de valor sustentable.
Otro de los retos más importantes es transformarse en un asesor de confianza, con todo lo que implica derribar el mito del auditor que solamente veía problemas y no aportaba soluciones.
Finalmente, el aspecto tecnológico, es otro factor que ha obligado a la función de auditoría interna a adaptarse. Por un lado, las organizaciones a las cuales se audita están utilizando nuevas herramientas como Inteligencia Artificial y Robotic Process Automatization. Esto exige que los departamentos de Auditoría sean mucho más eficientes y deban utilizar estas tecnologías en beneficio propio.
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Y es desde aquí donde se desprende el mayor desafío que tiene actualmente la Auditoría Interna: comprender los riesgos asociados a tecnologías que son muy novedosas, las cuales está probado que generan beneficios, pero que aún no se tiene el adecuado entendimiento del riesgo que pueden ocasionar.
El uso de la Inteligencia Artificial ha sido un salto exponencial para la productividad de las compañías, pero también es cierto que ha traído una serie de riesgos como ser de privacidad de la información, calidad de los datos que se utilizan en los sistemas de ChatGPT, generación de respuestas erróneas, así como su utilización por ciberdelincuentes para engaños, robos de identidad, Deep fake, etc.
El otro reto que enfrenta la función de auditoría interna está relacionada con los skills necesarios para poder entender, y de esta forma evaluar, las tecnologías que utilizan las empresas y tener la capacidad de poder realizar una adecuada gestión de riesgos, enfocada a los riesgos tecnológicos, que permita identificar, evaluar y mitigar, los riesgos presentes así como los futuros.
Ya ha quedado demostrado que Auditoría Interna ha sabido adaptarse al cambio y seguramente en estos nuevos tiempos de disrupción lo hará nuevamente, para de esta forma reafirmar la frase dicha por Éfeso hace casi ya 2500 años que “lo único constante es el cambio”.
