OPINIóN

Cuando la dosis hace al veneno: Narrativa de la toxicidad

¿Y si el discurso tóxico hiciera metástasis? ¿Y si la estructura básica de la narrativa tóxica se universalizara en todos colectivos sociales y culturales?

Cuando la dosis hace al veneno: Narrativa de la toxicidad
Cuando la dosis hace al veneno: Narrativa de la toxicidad. | Captura.

Ben Marcus, novelista, sostiene que“el lenguaje es extremadamente poderoso, pareciera que nos cambia a nivel químico y biológico”, “una especie de droga que en la dosis incorrecta puede intoxicarnos”. En TheFlameAlphabet, a medida que la epidemia de lenguaje tóxico se extiende, el mundo se hunde en un curioso silencio colectivo. Las interacciones más mundanas se tiñen de un aura siniestra: el habla, la escritura y el pensamiento se transforman de manera casi mística.

Podemos rastrear las huellas de las “toxinas” en dispositivos literarios de manera consistente y aun contradictoria en la dramatización de lo mundano, las amenazas veladas, la permeabilidad de los “cuerpos” frágiles. Así, el estudio y la interpretación de los discursos (y géneros discursivos) resulta crucial para la comprensión de la naturaleza cada vez más compleja y culturalmente penetrante de la exposición tóxica.

Al identificar y reconocer el potencial conceptual tóxico en relatos que excede los límites de lo ficcional, será imprescindible un componente pragmático que enmarque los debates actuales sobre la retórica de la “contaminación lingüística” y el “grado de toxicidad” que afecta a determinados entornos, de amenaza tangible, en lugar de su representación más común como “epifanías radicales yrepentinas”.

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El miedo a la soledad y los vínculos tóxicos

La infiltración de “toxinas” y el género “tóxico” se hace eco de una corporeidad manifiesta, tanto que involucra al lector-autor más allá de su mundo imaginado/textual, creando una relación con el mundo empírico extra-textual, de la “tragedia” individual a las disrupciones a gran escala, en constante “metamorfosis”.

En cuanto a la narrativa tóxica, es preciso formular una definición operativa de “toxina”. En su acepción más común, una toxina es un subconjunto de la categoría más amplia de “veneno”, que se distingue por sus efectos específicos en el organismo: causa enfermedad en lugar de muerte. Una definición más rigurosa: un agente químico, físico o biológico que causa enfermedad o alguna alteración de la estructura y función normal de un organismo" (Tesauro del NCI). En su uso técnico más estricto, es un veneno de origen natural, a menudo producido por un proceso biológico (como el metabolismo o la acción enzimática) (McQuiston, 2014). Encontramos cierta consistencia en cuanto a la propiedad de provocar algún tipo de daño o alteración, un efecto negativo en un organismo, que involucra un proceso y una reacción.

En el plano discursivo, una “toxina” puede “actuar” como un vínculo lingüístico, diremos “un veneno condicional” definido por su efecto en los organismos más que por sus propiedades inherentes. Es preciso resaltar que, como “sustancia”, no constituye un peligro en sí misma, esto es, no se convierte en una toxina hasta que interactúa con un organismo específico de tal manera que éste se ve materialmente dañado o comprometido. La toxicidad también puede ser idiosincrática: una “sustancia”en apariencia “inocua” puede desencadenar una reacción letal en personas sensibles, mientras que en otras no tiene ningún efecto negativo.

Entendemos por “toxina” aquella “sustancia o recursos lingüísticos tóxicos” que producen un daño (ir)reversible en un “sujeto discursivo” (hablante/oyente), alteran el comportamiento; o incluso – en un caso extremo- puede causar la muerte. Siguiendo esta línea, ¿a qué llamamos “discurso tóxico”?

Vínculos tóxicos: el costo en la salud mental

El discurso tóxico “se caracteriza por los siguientes rasgos distintivos: contiene una abundancia de palabras y frases que afectan negativamente tanto al espacio comunicativo general como a la conciencia lingüística de los hablantes nativos, incluye préstamos innecesarios, comentarios injustificados de tipo cínico y destructivo, uso excesivo de abreviaturas, no conocidas ni aceptadas generalmente” (Redkozubova, 2019). Los textos tóxicos pueden tener un efecto destructivo en el destinatario. Entre sus signos encontramos: agresión abierta o pasiva, ataques a la persona y amenazas, donde se“institucionaliza” mediante la violencia discursiva un “otro” objeto de descalificaciones, banalizaciones e invisibilización. ¿Y si el discurso tóxico hiciera metástasis? ¿Y si la estructura básica de la narrativa tóxica se universalizara en todos colectivos sociales y culturales?

Necesitaríamos de unpharmakon lingüístico para “desintoxicar” el discurso tóxico. Ya en el Phaedrus de Platón, encontramos los primeros trazos del phramakon, al que Derrida atribuye las propiedades simultaneas de operar como antídoto a la vez que veneno, una paradoja aparentemente sin solución. ¿Existe una forma de sistematizar la detección de estas “sustancias lingüísticas tóxicas”? Naturalmente.

De acuerdo con estudios en NLP (Nobata et al., 2016; Pavlopoulos et al.,2017b; Park and Fung, 2017; Wulczyn et al., 2017), los sistemas de detección de lenguaje tóxico se utilizan para promover conversaciones saludables online y proteger las voces de las minorías” (Hosseini et al., 2017). Si bien el término “tóxico” se define como “genérico”, la literatura incluye fenómenos relacionados: “lenguaje ofensivo”, “abusivo”, “discurso del odio” (Djuric et al.; Zhang et al.,2018; Zampieri et al., 2019). Algunos interrogantes fundamentales para “entrenar” algoritmos para la detección de la toxicidad son: ¿Con cuánta frecuencia el contexto afecta la toxicidad de los posteos en conversaciones online? El contexto ¿amplifica o mitiga la toxicidad percibida?¿mejora el desempeño de los clasificadores de toxicidad cuando son “sensibles al contexto”? (Pavlopoulos et al, 2020). Definitivamente. Entre los clasificadores:CA-BILSTM-BILSTM, CA-BILSTM-BERT, CA-SEP-BERT.

Por supuesto existen limitaciones cuando se trata de temas específicos o el tono conversacional (sarcasmo). De todos modos, es importante sentar las bases iniciales en esta dirección, sin olvidar queTodas las sustancias son venenos, no existe ninguna que no lo sea; solo la dosis determina lo que es venenoso o no” (Paracelso, 1493–1541).