Siempre pienso que escribir es una forma de elaborar, entonces escribo una segunda versión de Cultura ciudadana. Al leer mi artículo anterior, me resultó demasiado considerado. He decidido que quiero ser más sensata con nosotros mismos como pueblo. Cultura etimológicamente viene de cultivar, nada es por arte de magia.
¿Qué no se estará pasando? No sé, lo que sí sé, es que lo que nos pasa no es culpa de nadie sino responsabilidad de todos y cada uno de nosotros.
Se dice que el rey es rey mientras los súbditos lo reconocen como tal, si lo dejan de ver como rey el rey, desaparece. Digo esto porque los ciudadanos no nos damos cuenta del enorme poder que tenemos.
Creo que nosotros, argentinos, padecemos de una falta de responsabilidad importante. No hay políticos de un lado ni de otro que se den cuenta en la situación alarmante en la que estamos y la que se nos viene, además de la falta de responsabilidad frente a lo que le estamos dejando a nuestros hijos. Hay riesgo de enfermedades mentales serias y lo que es peor es que haya hambre lo cual, inevitable y compresivamente, trae violencia.
Hay un dicho que me encanta: la tierra no la heredamos de nuestros padres sino que se la pedimos prestadas a nuestros hijos. Y es a ellos a quienes se la tenemos que entregar de la mejor forma. Eso es ser padres de la patria.
Los que habitamos este país, al que amo, somos un aglomerado de gente que no podemos hacer una comunidad, es un país sin conducta, no logra tener una personalidad, una identidad, nosotros no medimos las consecuencias de lo que hacemos y de lo que no hacemos. Expulsamos a nuestros hijos del país, los expulsamos del hogar.
Somos un pueblo perdido como turco en la neblina. Teniendo todos los recursos del mundo, no lo valoramos, no lo aprovechamos, y lo que es peor, lo desperdiciamos. No podemos ver la realidad, vivimos un imaginario que no nos lleva a ninguna parte.
Siempre pienso que Latinoamérica debería ser uno de los lugares más importantes en la tierra, compartimos con todos los otros países de la zona esta idiosincrasia y muchos recursos. Creo que la que se está salvando es la República del Uruguay.
Somos un país muy raro: por ejemplo, creo que en pocas partes del mundo hay carpas en las playas a unas cifras siderales. En el resto del mundo, la gente baja a la playa con su sombrilla y sus reposeras o de última alquila una.
En Argentina se hacen bajadas, generalmente de materiales duros, cortando los médanos causando erosiones importantes que no se recuperarán. Transportamos todo en camiones, algo insólito, estos destruyen las pocas rutas que hay, causando accidentes, el transporte tiene un costo altísimo hasta llegar al puerto para ser exportado.
¿Cómo no nos damos cuenta que, en todo el mundo, la cosecha se transporta en trenes, donde van pasajeros, donde transportan también otros artículos u objetos? Sabemos que viajar en tren es mucho más barato. Trenes que con una sola locomotora llevan 30 a 50 vagones con muy bajo costo.
Éstos son los trenes que uno ve en todas partes del mundo. Ni siquiera es necesario inventar algo, con sólo copiar lo bueno que se ve afuera es suficiente.
Y ya que hablamos de afuera, siempre estamos mirando: qué pasa afuera de nuestro mundo. Generalmente envidiando, deseando sea los perfumes franceses, las cremas francesas, la ropa importada. Siempre lo de afuera se ve mejor. Como dicen los ingleses: uno ve siempre el jardín del vecino más verde que el de uno. Nos encandilamos con los espejitos de colores.
¿Por qué no comprar perfumes, jabones, cremas, en nuestro país? Cuestan la tercera parte que en el exterior y son buenos productos. De esta solidaridad es de la que hablo, por qué no ayudamos a la industria nacional, a la agricultura, a la ganadería y entonces sí podríamos importar aquello que no tenemos y que podemos conseguir con lo que producimos.
Quiero llamar a las cosas por su nombre, ser sensata y frontal, porque al mirarme al espejo, lo que veo no me gusta.
Los indigentes y la clase baja han perdido la cultura del trabajo, la clase media baja, media o alta, más la clase alta, verdadera, no tienen conducta. Esto quiere decir que aumentan las cosas y las compran igual, en todas partes del mundo cuando aumenta algo no se compra. Siempre recuerdo una huelga que hubo en Francia creo que, hace 40 o 50 años, había aumentado el pasaje de colectivo entonces nadie tomaba el colectivo. La gente iba caminando, en bicicleta o en los autos que los subían, hasta que tuvieron que bajar los precios. Me parece que aquí, lo que nos pasa, es que es un “viva la Pepa”.
Somos un país en el cual estamos teniendo miedo de salir a la calle, tenemos miedo, cuando sale un hijo, no sabemos si va a volver sin haber sido asaltado o lastimado.
La cultura del trabajo, ¿cambio o pérdida?
Despertemos todos y luchemos por algo mejor, hagamos protestas inteligentes, que causen efecto sobre nuestros gobernantes y sobre la oposición, no dejemos que avancen sobre nosotros.
Las protestas que se hacen en la calle con piquetes, huelgas etc, nunca sirvieron para nada, nunca causaron ningún efecto, nunca causan un cambio, solo someten a los que menos tienen y los lleva a perder todo, pero sobre todo su dignidad. Pidiendo caridad en vez de trabajo bien pago y en blanco.
Nos ponen impuestos de todos los colores y gustos. La verdad es que son muy pocos los que pagan, la mayoría es trabajo en negro y si nadie paga nada ¿cómo vamos a subsistir? Todos tenemos que pagar impuestos, cada uno a su medida, no importa si se es rico, no por eso el rico tiene que pagar los impuestos del que no paga. Para tener libertad hay que tener justicia.
La lucha entre los llamados trabajadores (empleados) y el empleador es como escupir hacia arriba, siempre nos va caer encima entonces se imposibilita trabajar.
Todos somos trabajadores
Creo que tenemos que hacer un esfuerzo no sólo nosotros los argentinos si no todo el mundo en cuidar el planeta, en cambiar nuestra mentalidad y en tratar de ser mejores personas. Esto es una invitación a cambiar nuestros malos hábitos por los buenos. Hagámonos cargo.
Hay un viejo cuento, con cuatro personajes: TODOS, Alguien, Cualquiera, NADIE. Ocurre que había que hacer un trabajo importante y TODOS sabían que Alguien lo haría. Cualquiera podría haberlo hecho, pero NADIE lo hizo.
Alguien se enojó cuando se enteró, porque le hubiera correspondido a TODOS. El resultado fue que TODOS creían que lo haría Cualquiera y NADIE se dio cuenta de que Alguien no lo haría. ¿Cómo termina la historia? Alguien reprochó a TODOS, porque en realidad NADIE hizo lo que hubiera podido hacer Cualquiera.