Recuerdo la imagen de los embajadores extranjeros que tenía de chico, siempre me gustó el diálogo político y entendía que esos representantes de diversos países tenían un enorme poder. En los años 70 –ni hablar antes– estos funcionarios extranjeros resultaban inalcanzables para la mayoría de la gente. Eran como “celebrities” que hacían fiestas para ricos y poderosos, y que solo querían influenciar a los gobiernos para buscar una mejor relación económica o política para los países que representaban.
Uno suponía que no podría acercarse a ellos. En general eran hombres y sus decisiones eran raramente cercanas a la gente de donde les tocaba vivir.
Con el correr de los años, el fin de la Guerra Fría y las malas experiencias de colonizaciones por la fuerza forjaron un cambio enorme en la formación de una nueva diplomacia. Estos funcionarios ahora debían negociar con otros países usando herramientas distintas. Diversas técnicas de mediación fueron estudiadas y practicadas en muchas negociaciones bilaterales.
El mundo avanzó y los medios de comunicación presentaron nuevos actores como internet y luego las denominadas redes sociales.
La globalización hizo que los ciudadanos de distintos países quisiéramos tener mayor información del mundo y que los representantes extranjeros nos dieran información rápida y confiable sobre viajes, ciudadanía, etc.
Ya la relación entre la gente y estos funcionarios debía cambiar, ser más transparente, rápida y amigable. En la diplomacia esto fue un cambio rotundo, ya que la formación de los representantes no exigiría solamente el conocimiento de idiomas o ciertos temas específicos, sino la cercanía a la gente en donde iban a ser destinados. Hay que mostrar su país, sus costumbres, en forma amigable en otras naciones.
Twitter se convirtió rápidamente en la red preferida de este intercambio transversal. Muchísimas embajadas tienen su usuario y allí publican información relevante para trámites, agenda cultural, becas e información de cada país.
A su vez, esos embajadores ya no solo son hombres, sino que hay una enorme cantidad de mujeres embajadoras que han cambiado la forma de hacer diplomacia, como por ejemplo las embajadoras de UK, Costa Rica, Panamá, Chile, Polonia, Serbia y muchas más.
Muchos de estos representantes extranjeros ahora son personas cercanas que tienen su cuenta de Twitter e interactúan tanto en temas relevantes como convenios multinacionales y su conveniencia, así como la cercanía y empatía con la gente.
En Argentina tenemos grandes representantes de estas formas, como nuestro embajador en Qatar, Guillermo Nicolás (@Guille_Nicolas), embajador de carrera, que implementó la utilización de redes sociales para atender a la enorme cantidad de argentinos que viajaron para el Mundial, mostró nuestras costumbres de #Asado y realizó encuentros maravillosos. Por otro lado está nuestro embajador en Brasil, Daniel Scioli (@danielscioli), quien se encargó de ingresar una enorme cantidad de productos industriales argentinos para la venta en el mercado brasileño, usó su cuenta para mostrar los avances en forma constante.
Por otra parte, ¿cómo olvidarse del embajador británico de carrera Mark Kent (@MarkAGKent), quien apareciera tomando el bondi con su Sube o comiendo asados en casa de mucha gente que lo invitaba por la red del pajarito? Mostraba la necesidad de acercamiento del pueblo británico con el pueblo argentino, incluso en temas tan delicados como las Malvinas. Las embajadoras de Irlanda y de Israel, Jackie Berstein (@AmbJackieOH) y Galit Ronen (@GalitRonen), nos contaron acerca de destacados acuerdos realizados entre Argentina y los países que las enviaron.
Hoy tenemos representantes relevantes de diversos países que quieren mostrarse cercanos, con ideas y propuestas importantes. La guerra en Ucrania ha hecho que deban destacarse en su función y debamos generar relaciones fuertes. Tanto Amador (Unión Europea, @AmadorSanchezUE) Marc (Estados Unidos, @USAAmbassadorARG) y Jorge (Argentina en USA, @JorArguello), entre muchos otros, son quienes pueden pasar de generar tratados bilaterales relevantes a hacer una paella gigante o desafiarse a quién completa el álbum de figuritas del Mundial antes.
Creo que debemos aplaudir todas estas iniciativas valiosas, que nos permiten como ciudadanos acercarnos a culturas diversas, recibir información rápida y poder dar nuestro punto de vista sobre política internacional, a la vez de ver reflejadas nuestras costumbres y nuestra cultura, como el #Asado, a través de los ojos de representantes de otros países. Todo en palabras claras y en tan solo 280 caracteres.
#HayMuchoPorHacer.
*Abogado (@JCCERUTTI).