OPINIóN
futuro

El potencial de la industria satelital argentina en EE.UU.

Estimular la participación argentina en la carrera aeroespacial es clave para garantizar el desarrollo del país y para poner en valor la sociedad estratégica con los Estados Unidos.

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Éxito. El profesor Alejandro Cordero y sus alumnos de la Escuela de Educación Técnica número 5 de Mar del Plata, que desarrollaron el satélite “General San Martín” para dar conectividad a zonas rurales. | cedoc

El reciente lanzamiento del picosatélite nacional General San Martín sintetiza las enormes posibilidades económicas que se le abren a la Argentina si en este momento crucial de la carrera aeroespacial se conjugan el talento de sus recursos humanos, sus capacidades exportadoras y una adecuada estrategia de asociación público-privadas en potencias del sector como Estados Unidos.

El logro de la empresa de Mar del Plata que desarrolló -con el protagonismo de estudiantes secundarios- ese dispositivo en miniatura para dar conectividad a zonas rurales habla nuestro talento y la capacidad emprendedora, sí. Pero, sobre todo, reafirma el prestigio del país en una industria compleja donde casi no hay protagonismo de naciones en vías de desarrollo.

También pone en valor la sociedad estratégica con los Estados Unidos, que atraviesa casi todas las iniciativas del sector. El General San Martín fue lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en Florida, a través de SpaceX. Antes, dos satélites Saocom también fueron lanzados con vehículos de esa compañía y la Conae desarrolló cuatro satélites de la serie SAC con la NASA como socio principal. 

Y, sin embargo, es apenas la punta del iceberg. El potencial es tan grande, por dinámicas propias de la industria satelital como por la fluida relación bilateral, que esta etapa resultará en perspectiva sólo un período de preparación.

No es el único paso estratégico que ha dado el país. En el plano regional, la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), creada en la VI Cumbre de la CELAC en septiembre pasado, concreta la vieja aspiración de Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que promueve la exploración espacial como herramienta clave del desarrollo tecnológico.

Mientras tanto, desde Washington, nuestra Embajada le ha dado prioridad a la   representación del sector aeroespacial argentino en los Estados Unidos, en todas sus dimensiones, tanto en su relacionamiento con el sector público como en sus conexiones con el sector privado, desde la promoción comercial hasta la atracción de inversiones y la cooperación técnica.

Así, hay en marcha un programa de capacitación en exportación de bienes y servicios de alta tecnología para el equipo económico y los consulados generales en Miami, Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Houston y Atlanta, porque conoce más permite  asistir mejor a las empresas directa o indirectamente relacionadas con la industria satelital.

Es que se trata de un sector que, en su frente internacional, precisa especialmente del apoyo diplomático para maximizar sus oportunidades comerciales. En este caso, acompañamos el rol de la CONAE como agencia espacial, de INVAP como productor de satélites y de Arsat como operador, tres actores clave para entender la reputación internacional de esta industria argentina.

Un paso más. Este año daremos un nuevo paso. Del 22 al 24 de marzo, en la próxima feria Satellite de Washington, una gran vidriera global del sector, Argentina tendrá por primera vez un pabellón propio para visibilizar su oferta tecnológica. Nuestras empresas ya no expondrán en stands individuales, sino que se agruparán en un espacio que representa a todo el país, prueba de que el apoyo al sector constituye una verdadera política de Estado. 

En simultáneo, una serie de encuentros de negocios en la sede de nuestra Embajada conectará a empresas argentinas con contrapartes estadounidenses de alto interés y potencial: posibles clientes y socios, inversores interesados en el sector y agencias federales con competencia en el tema. 

En septiembre pasado, en una experiencia similar, Space X, Amazon Space Unit, Virgin Galactic, Viasat, Ispace y Lockheed Martin mostraron interés en la calidad y competitividad de las compañías argentinas. Este año, avanzaremos un casillero más en la profundización de esos vínculos estratégicos. 

Hemos dado prioridad a representar al sector aeroespacial argentino en Estados Unidos

La feria Satellite constituirá una oportunidad para profundizar el acuerdo firmado en 2020 entre las principales empresas argentinas con la entidad COMPTIA (Computer Technology Industry Association), de articulación entre los sectores de ambos países en bienes y servicios, a través de la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CARAE) y las firmas Invap, Veng, DTA y Arsultra (en los próximos meses se incorporará Tlon Space).

Este memorándum permite desarrollar negocios, integrar actores y dar mayor visibilidad al rol actual y potencial de la industria satelital argentina en esta expansión que se vive en Estados Unidos. Incluye el intercambio de información industrial, la promoción conjunta de ambas industrias, la organización de misiones comerciales, el entrenamiento de los recursos humanos y la elaboración de investigaciones combinadas, entre otros ejes. En estos dos años, nuevas empresas argentinas se han ido sumando al acuerdo y generando una representación cada vez más diversa que procura mostrar el mayor espectro posible de la oferta satelital argentina. 

En Estados Unidos la industria satelital está, al mismo tiempo, en auge y en transformación. Según la Asociación de la Industria Satelital (SIA) hay una creciente participación privada en un ámbito que era casi exclusivo del sector de defensa, una tendencia hacia la miniaturización de los dispositivos, reducción de costos de proyectos antes prohibitivos, nuevos servicios de lanzamiento y post-lanzamiento y más calidad de las imágenes recolectadas.

El nuevo escenario, resumido en más de 100 mil satélites en órbita al final de esta década, genera grandes desafíos regulatorios. En las reuniones que mantengo con distintos actores públicos y privados, afloran preocupaciones prácticas: crecientes riesgos de colisión, interferencia entre distintos sistemas de satélites y restos de dispositivos que pueden impactar en la Tierra. 

Argentina asume un rol de cara al futuro de la industria satelital. Desde el Estado promovemos con orgullo nuestras exportaciones, pero también reflexionamos sobre cómo regular la actividad. Eso es lo que vuelve estratégico el diálogo entre las agencias públicas de ambos países, por una industria satelital segura, sustentable y basada en buenas prácticas. 

Impacto positivo. Aumentar y diversificar las exportaciones satelitales tiene múltiples beneficios. Es un sector de altísimo valor agregado que produce ingreso de divisas, genera empleo de calidad, prestigia a nuestros profesionales y a nuestro sistema educativo todo, y genera derrames sobre otros complejos industriales. 

De acuerdo a un informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) del Ministerio de Desarrollo Productivo, la industria satelital puede integrar aún más sus encadenamientos productivos si desarrolla segmentos especializados, como dispositivos de geolocalización, baterías y computadoras de a bordo.  

Podemos ampliar el abanico de nuestra oferta. En el mercado de Estados Unidos hay lugar para grandes empresas pero también para Pymes se focalizan en distintos eslabones de la cadena de valor. Los gigantes globales del sector necesitan ampliar su base de proveedores para hacer frente a sus megaproyectos. He ahí una oportunidad relevante.

La ampliación del ecosistema satelital contribuye al desarrollo tecnológico nacional y extiende mayor competitividad a otras industrias: en la exploración minera y petrolera; en el análisis de suelos y monitoreo de cultivos y en la detección de catástrofes naturales y protección del medioambiente.  

Pese a su larga y exitosa historia, la sociedad con los Estados Unidos en el campo satelital está en sus albores. Estamos listos para concentrar nuestro esfuerzo en este proceso que constituye un capítulo relevante del desarrollo sustentable de la Argentina.

*Embajador de la Argentina en los Estados Unidos.