OPINIóN
Cambios en el gabinete

Fernández, Fernández y Massa: ¿los 3 chiflados?

¿Recuerdan cuál fue el único punto de encuentro entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner cuando renunció Guzmán? El único punto de encuentro fue que Sergio Massa no tenía que conducir un súper ministerio de Economía. ¿Qué pasó en sólo 27 días?

Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa
Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa | cedoc

¿Recuerdan cuál fue el único punto de encuentro entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner cuando renunció Guzmán y no había modo de que el presidente y la vicepresidenta concilien? El único punto de encuentro, la única coincidencia llevada a la realidad concreta en el nuevo esquema (ya viejo) del poder ejecutivo post Guzmán, fue que Sergio Massa no tenía que ocupar la jefatura de gabinete ni conducir un súper ministerio de Economía.

Sergio Massa en aquel entonces, hace ya como 27 días, imponía condiciones (como las imponía Guzmán y como no las impuso, pero las necesitaba Batakis) de controlar áreas claves para poder, en medio de una crisis sideral, manejar también asuntos que exceden al ministerio de Economía (en el Banco Central, ANSES, en Producción, Energía, Relaciones internacionales, etc.). Pero Alberto y Cristina, casi firmando el divorcio, en un punto coincidieron en esa primera semana de julio, “Sergio Massa se queda presidiendo la Cámara Baja”. Y trascendía que ese acuerdo entre el presidente y la vicepresidenta, no respondía a la necesidad de que Sergio Massa siga liderando a los diputados, sino a que para Alberto y Cristina era importante que Massa no ocupe en el Poder Ejecutivo un rol central que podía empoderarlo en demasía.

Encuesta: cuánto mide Sergio Massa frente a Alberto Fernández y Cristina Kirchner

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Dirigentes políticos y periodistas coincidían en que Silvina Batakis (nombrada  ministra de Economía hace 25 días), gozaba de una importante trayectoria en el manejo de asuntos fiscales, pero que no era una figura que destacara ante los mercados internacionales y nacionales, y que esto podía llevar a que la incertidumbre siga escalando, mientras el presidente seguía reclutado sin hablar ante la opinión pública y la vicepresidenta se preparaba para twittear sobre la “malvada” Corte Suprema de Justicia de la Nación. Transcurrió una semana completa, del 2 al 9 de julio, donde nadie nos comunicaba nada, incluso desde el 4 de julio Silvina Batakis ocupó la cartera de Economía, pero tampoco nos anunciaba medidas a tomar, lo único que nos comunicaron con firmeza es que finalmente Sergio Massa no iba a ocupar un rol cardinal en el Poder Ejecutivo.

Se viene hablando muchísimo en redes sociales y medios de comunicación que la crisis que atraviesa hoy Argentina es económica pero que tiene un origen rotundamente político, porque las expectativas negativas generan efectos concretos negativos. Y esa semanita de una nueva ministra desconocida por los inversores del mundo, y un presidente y una vicepresidenta riñendo en las sombras, llevó a que el universo empresarial internacional y nacional se encontrara en el limbo, y frente a tamaño limbo, el riesgo país subió, el peso se devaluó sin pausa y la inflación escaló y sigue escalando sin piedad.

Sergio Massa "superministro": el acuerdo de los socios del Frente de Todos por su desembarco

No se pretende sugerir que si Sergio Massa hubiese asumido hace algunas semanas como un súper ministro de Economía, Producción y Agricultura, Ganadería y Pesca se hubiese comenzado a estabilizar la crisis económica argentina. Solo un permiso para inferir que, si la crisis política que amplifica la crisis económica comienza por las expectativas negativas, y si las expectativas negativas se asocian a la falta de confianza en una nueva ministra de Economía muy poco conocida (o nada) para los inversores del mundo, y si Sergio Massa sí es reconocido por los inversores del mundo, entonces, sin el patético estribillo de nuestros “Pimpinelas nacionales y populares" de  “Massa no pero Massa sí…” tal vez nos hubiésemos ahorrado unas cuatro semanitas de incertidumbre creciente, descalabro generalizado de los precios y un incremento de la pobreza (porque durante esas cuatro semanas donde la inflación escaló fuerte, cantidad de familias argentinas dejaron de cubrir su canasta básica).

La verdad y nada más que la verdad sobre Sergio Massa

Sobre Massa: juro escribir lo que conozco de verdad y nada más que de verdad. Sergio Massa fue titular de la ANSeS en 2002 y fue elegido intendente de Tigre en el año 2007. Cuando abandonó la intendencia de Tigre lo hizo para asumir como jefe de gabinete en reemplazo de Alberto Fernández cuando Alberto le dijo “adiós” a Cristina en 2008. En 2011 Massa volvió a ser elegido intendente de Tigre. En 2013 fue elegido diputado nacional. Y subiendo la apuesta a lo grande, se atrevió en 2015, a pelear directamente por la presidencia, así, luego de gozar primeros lugares en las encuestas preelectorales, logró finalmente llegar al tercer lugar con 21,39% de los votos.  En 2019 decidió ser parte del Frente de Todos. Es de público conocimiento que aún siendo parte del frente oficialista, Sergio Massa mantiene buenas relaciones políticas y personales con el presidente del radicalismo, Gerardo Morales y con uno de los principales líderes del Pro, Horacio Rodríguez Larreta.

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Sergio Massa, el hombre que no iba a ser y fue.

Sergio Massa decía barbaridades sobre la Cámpora y el kircherismo en general, pero hoy mantiene relaciones superlativas con Máximo Kirchner. Sergio Massa predica sobre la asistencia a los más desposeídos al mismo tiempo que puede firmar el ajuste más despiadado con el FMI. Sergio Massa mantiene excelentes relaciones con jueces y fiscales del Poder Judicial y Alberto parece que no tanto, y por eso Cristina por momentos se enoja tanto.

Así quedó conformado el "cogobierno" de Sergio Massa y Alberto Fernández

A Sergio Massa se lo ve muy capaz frente a la ardua tarea de conciliar la manera de obrar con la índole de las circunstancias; en criollo, Sergio Massa parece ser un oportunista fenomenal. Y un oportunista fenomenal puede muy bien cambiar de color según la ocasión. El ADN peronista permitió históricamente cambiar de color según la ocasión.

Difícil puede resultar cambiar de color en una misma ocasión. Respetar los condicionamientos del FMI y no "barrer a los ñoquis de la Cámpora", enaltecer la institucionalidad de las democracias del mundo y simpatizar con el amigo de Cristina, Nicolás Maduro, promover grandes beneficios para los productores sojeros y aceptar las exigencias de Juan Grabois …

*Sandra Choroszczucha  Polítóloga y Profesora (UBA)  www.sandrach.com.ar