OPINIóN
Menores en riesgos

Control y seguridad de los usuarios digitales

La pandemia aceleró la transformación digital en todos los niveles, pero no en en el contenido digitales ni en la protección quienes los consumen.

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Estudio. El 62,3% de las personas dicen informarse por televisión. | cedoc

La cuarentena y la crisis económica obliga a muchos usuarios a restringir sus gastos o por lo menos optimizarlos. En este sentido, muchos han optado por convencerse de que no es necesario pagar por contenidos que están disponibles y a costo “cero”. Ver Spiderman en Netflix supone “lo último”, pero en Cuevana3 se ahorran varios pesos o dólares, aunque con un posible “precio” no deseado.

Netflix cuenta con aproximadamente 190 millones de membresías con posibilidad de acceso a las últimas novedades audiovisuales las 24 horas desde cualquier tipo de dispositivo. Junto a otras plataformas que promocionan el mismo servicio como Amazon Video, Disney +, entre otras, es un claro ejemplo del futuro del mercado.

Los más chicos han utilizado las pantallas unas 4 o 5 horas al día, un 70% más que antes del confinamiento y los fines de semana hasta 6 horas por día

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Ciertamente comprar a valor módico cuentas robadas, hackearlas o usar la de algún amigo o familiar sin que se entere, es un delito. Sin embargo, alojar contenidos sin pagar derechos de autor y de propiedad intelectual, también lo es. Cientos de sitios piratas alojan contenido en todos los formatos posibles sin necesidad de identificación ni autenticación, a diferencia de los sitios pagos de streaming. Estos sitios ilegales monetizan su operación a partir de la publicidad obligatoria a la que estamos expuestos para acceder al contenido tras unos cuantos click e interacciones no deseadas. Esto implica un riesgo, principalmente para los niños, quienes necesariamente para ver Spiderman deben atravesar un peaje de contenido inapropiado y sitios peligrosos, pornográficos, juegos eróticos y hasta de apuestas online.

En muchísimos hogares hay más dispositivos que integrantes de la familia, entre celulares, tablets, notebooks, smartTVs y consolas de juegos, y los controles parentales se vuelven cada vez más ineficientes. Las configuraciones de los distintos dispositivos por defecto son abiertas, sin importar sistema operativo, marca y modelo de hardware, modalidades específicas de restricción y bloqueo de contenidos para adultos e inapropiado para menores. Los padres deben ajustar en cada pantalla las especificaciones según marca y modelo, además de monitorear las actualizaciones y la eficiencia de los controles, algo imposible de aplicar en todos los dispositivos digitales.

El entretenimiento digital ha aumentado considerablemente durante la cuarentena. Hemos detectado desde nuestro monitoreo que los más chicos han utilizado las pantallas unas 4 o 5 horas al día, un 70% más que antes del confinamiento y los fines de semana hasta 6 horas por día. Si sumamos a los que asisten a enseñanza digital, el promedio diario arroja 9 horas de pantalla.

La economía, seguridad y privacidad de los usuarios han sido los principales targets, la necesidad de monetización de contenidos ha disparado una avalancha de métodos que requieren un mínimo de regulación y control.

Algunos padres optan por una estrategia de “pantallas abiertas” donde el contenido es visible. No obstante, la demanda de atención es muy alta, pero la eficiencia baja, dando como resultado la necesidad de educación, monitoreo y gestión para poder sostener las restricciones.

La pandemia aceleró la transformación digital en todos los niveles, Estados, gobiernos, mercados, empresas y familias, pero definitivamente no la protección de los usuarios, especialmente los chicos, y el control de contenidos. Desde el inicio del confinamiento aumentó un 70% la tasa de delitos digitales. La economía, seguridad y privacidad de los usuarios han sido los principales targets, la necesidad de monetización de contenidos ha disparado una avalancha de métodos que requieren un mínimo de regulación y control.

*Especialista en ciberseguridad, riesgo tecnológico y de negocios.CEO de BTR Consulting.