El gobierno argentino buscar financiación para un gasoducto que pueda llevar el preciado combustible desde Vaca Muerta a Brasil. Es necesario advertir que las provincias del nordeste argentino están dando los primeros pasos respecto de la llegada del gas natural.
La iniciativa está dirigida a obtener dólares que sin dudas son muy necesarios. Ahora bien ¿para que se requieren esas divisas? Pueden ser usadas solo para pagar compromisos financieros externos que habiliten crédito de corto plazo, endeudamiento y fuga, o para importar bienes y servicios de todo tipo, o bien para bienes de capital y materias primas destinados a un acelerado proceso de desarrollo, comenzando por sectores que se identifican como críticos.
Sin perjuicio de que existen voces, mayormente interesadas, que afirman que Vaca Muerta podría convertir a la Argentina poco menos que en un país del Golfo Pérsico, un país serio y con planificación a largo plazo administra sus reservas equilibradamente El petróleo no debe ser la soja, cuyo boom a comienzos de los 2000 fue prácticamente dilapidado en términos de inversión para el despegue a futuro. Hoy podemos decir que, en el mejor de los casos evitó mayor decadencia.
Frondizi entendió, antes de asumir como Presidente, que el problema del petróleo (o el gas) y las divisas debía abordarse de otra manera. En vez de exportar petróleo para obtener divisas, lo que se debía hacer era extraer y utilizar nuestro petróleo para el desarrollo industrial y ahorrar divisas. En otras palabras, los dólares que necesitamos los podríamos obtener no solo exportando trigo y carne por aquel entonces, sino fundamentalmente, dejando de importar. Las importaciones de combustibles absorbían 30% de las divisas de que disponía el país. En los últimos años, de cada 100 dólares que se importan, aproximadamente 20, se gastan en combustibles, sin tener en cuenta que la Argentina hace 15 años que no crece. Si lo hiciera requeriría mucho más. Vale decir: la Argentina posiblemente se esté atando a compromisos internacionales que podrían poner a futuros gobiernos frente al dilema de cumplir con los compromisos internacionales o retrasar el crecimiento lo que es igual a menos trabajo y menos salarios, o admitir la paralización del país, como dijo alguna vez Rogelio Julio Frigerio.
Recordemos también que hacia el año 1960, Argentina y Brasil tenían un PBI semejante, por lo que la Argentina casi cuadruplicaba a Brasil en PBI per cápita. Hoy Brasil aproximadamente cuadruplica en PBI a la Argentina. Medido per capita, el PBI de Argentina es todavía algo superior
Frondizi bajo el sugestivo acápite de “El petróleo que sobra”, en su trabajo “Petróleo y Nación” de 1963 trata el tema de la exportación justamente a Brasil. Pero solo después de abastecer el mercado interno y, más que eso, luego de prever las reservas adicionales que demandaría el acelerado desarrollo de la Argentina.
La Argentina al tiempo que construye un gasoducto para exportar, debería ampliar su capacidad de refinación de petróleo y si se debe exportar, que sean naftas y otros derivados como fertilizantes, materias primas plásticas e infinidad de productos terminados cuya producción requiera del gas como combustible. Así se crean miles de puestos de trabajo que de otro modo se generan fuera del país. Las relaciones internacionales no admiten semejante ingenuidad, por muy “aliado estratégico” que sea nuestro vecino y habida cuenta de las asimetrías que hemos mencionado.
La exportación en todo caso, debería realizarse con el máximo valor agregado posible. Para lo cual es imprescindible una estrategia de industrialización. Tema sobre el que hoy se vuelve a debatir en los lugares más impensados como Davos. La Argentina necesita encontrarla rápidamente.
*Director del Centro de Estudios para el Desarrollo (CEPADE).