Cuando asumí mi banca, lo hice con la absoluta convicción de que a la política le falta humanización. Pareciera que al sentarnos en nuestro despacho, con el paso del tiempo, lo que éramos dejó de ser.
Asumo siendo Karina, una mujer argentina que estudió, persiguió sus sueños, tuvo la bendición de poder trabajar de lo que ama y además de formar una hermosa familia. Hoy tengo también ese desafío, no dejar de ser yo con mi esencia y mi verdad. Traigo el recorrido de mi carrera y la experiencia en el sector privado, al Congreso, para aportar desde mi lugar y poder lograr una mejoría en todo nuestro pueblo. Soy una convencida de que no existen los pequeños ni grandes cambios: el cambio de por sí ya es un gran logro.
Hace unos días, la realidad nos volvió a golpear de la manera más cruel que puede existir. La noticia en todos los medios de una aberrante violación en grupo hacia una joven de 20 años. En plena ciudad porteña, a la luz del sol. Como es de verse cada vez más seguido, vecinos rescatando de un auto a una mujer con apenas destellos de lucidez. Drogada, maltratada, ultrajada. Abusada.
Un Estado nuevamente ausente que deja huérfanos a los jóvenes, y estos, particularmente no pertenecían a clases marginales o sectores menos pudientes. Huérfanos de respeto, de educación, de moral y ética. Atrapados en la impunidad de un sistema que hasta los ampara. Y un sistema perverso como es la justicia en Argentina. Lenta para la mayoría de los argentinos. Rápida para los que tienen el recurso económico (o el contacto adecuado), y más rápida aun para los que manejan los hilos del poder.
Tenemos, increíblemente un Ministerio dedicado especialmente a la Mujer, géneros y diversidad. Y muchas nos preguntamos, ¿Qué acciones lleva a cabo ese ministerio para evitar, prevenir y erradicar la violencia en la mujer en Argentina? Concretamente, las cifras no mienten: muere en nuestro país una mujer cada 22 horas, cientos de niños y niñas quedan huérfanos, muchas mujeres desaparecen y varias de ellas dejan de ser buscadas. Si no fuera por las familias, las cifras escalarían niveles impensados.
En mi provincia, San Luis, buscamos durante más de un mes a Fernanda Lucero. ¿Dónde estaba Gómez Alcorta y su equipo? Fernanda estuvo siempre en el mismo lugar. Calcinada en un descampado. Hoy Fernanda, es un número más que se suma a la indignante lista de mujeres fallecidas por femicidio (muerte por el hecho de ser mujer).
Violación grupal en Palermo: los seis acusados se negaron a declarar
El estremecedor caso de la violación en grupo de Palermo, desató un raid mediático que provocó que varias mujeres pudieran contar sus experiencias y sacarse ese bozal cultural y social donde la mujer victima suele convertirse en la culpable de lo que le ocurre “mirá como iba vestida, seguro lo provocó, que le habrá dicho ella…” etc. Y como así también, hablaron ellas, Gómez Alcorta responsable de la cartera de Mujer, Géneros y Diversidad, habló y se expresó desafortunadamente sobre el hecho.
“No son monstruos, son varones socializados en esta sociedad. No se trata ni de hechos aislados, ni de hechos que estén vinculados a personas, varones, con algún problema en particular, no son enfermos", analizó la integrante del Gabinete.
Como mujer, amiga, hija, mamá, diputada de la Nación, repudio estos dichos y desde mi lugar invito a todo el pueblo argentino a re pensarnos, a reflexionar sobre el flagelo creciente en la violencia contra la mujer, y sobre todo indagar en ese espacio llamado Ministerio de las mujeres que como todo Ministerio maneja un abultado presupuesto, posee acceso a los medios de comunicación, cuenta con una gran dotación de personal y lleva la bandera de nuestros derechos. ¿Qué hace Gómez Alcorta?
Karina Bachey. Diputada de la Nación, Provincia de San Luis.