OPINIóN
EMPLEO

La Argentina, país privilegiado

1-11-2020-Logo Perfil
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Sin presumir de economista, pero con muchos años en el mundo de los emprendedores, me interesé en conocer las razones que hacen a algunos países ser prósperos y desarrollados y que otros no lo sean. Estas observaciones las resumí en mi libro Pleno empleo.

La principal conclusión a la que he llegado es que la diferencia en la economía de los países está dada por la distinta consideración que tienen sobre sus emprendedores. Es decir, donde hay un clima favorable a los negocios y los trabajadores y sus familias son protegidos por los seguros sociales, el empleo es pleno, hay poca desocupación, los sueldos son mejores y se registra prosperidad y desarrollo. Esto es así porque los mejores sueldos constituyen un elemento imprescindible para el crecimiento, ya que está demostrado que las sociedades crecen de abajo hacia arriba. En cambio, en los países en los que los empleadores son penalizados por absurdas leyes que contraponen la relación entre trabajadores y empleadores, se registran pocos emprendimientos, poco empleo, mucha pobreza, bajos salarios y estancamiento.

Los emprendedores son actores imprescindibles de las sociedades porque son los creadores de riqueza. Para desarrollarse el sector privado no necesita promoción: solo que se eliminen las trabas a su funcionamiento.

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En ese sentido, el profesor Luis Einaudi (1871-1961), segundo presidente de la República Italiana, daba las claves sobre cómo reconstruir un país –cuando Italia salía devastada de la Segunda Guerra Mundial–: “En pocos años se puede reconstruir un país. Sin embargo, las riquezas existentes no valen nada sin gente que conjugue y haga funcionar el conjunto de esos elementos dispersos y desunidos”.

La Argentina es un país privilegiado. Sin embargo, para que sus posibilidades se expandan se debe anular la actual legislación laboral (excepto la de la construcción), que supone proteger a los trabajadores pero que demostró su fracaso. Además, la vigente Ley de Contrato de Trabajo (1974) y sus anexas, al permitir los reclamos por dos años, dan lugar a la mafia de los juicios laborales y desalientan la creación de empleo, desconociendo que este es el factor más importante en la economía de las naciones.

En su lugar, debería implementarse un verdadero seguro de desempleo que proteja mejor a los trabajadores y a sus familias y no penalice a los emprendedores

De implementarse estos cambios estaríamos frente a una Argentina potenciada económicamente, con muchísimos nuevos emprendimientos y, por ende, alto nivel de empleo, mejores salarios y elevado PBI per cápita. Como consecuencia del aumento notable de la actividad, crecerían también los recursos fiscales, que eliminarían el crónico déficit, y permitirían la disminución de impuestos como también el control de la inflación, aun sin necesidad inmediata de reducir el elefantiásico Estado.

Tomemos un ejemplo: Brasil, la economía de Latinoamérica de mejor desempeño prepandemia, protege a los trabajadores con una modalidad similar a la que rige en nuestro país para los trabajadores de la construcción, el Fondo de Cese Laboral. A través de este mecanismo, los empleadores no tienen costo de despido, ya que depositan mensualmente una parte del salario en una libreta en la que se acumula un capital que el trabajador percibe cuando pierde el empleo. Gracias a esta modalidad, en Brasil, en las últimas décadas han salido de la pobreza 40 millones de personas; si bien en 1950 era solo un país exportador de café y cacao, actualmente es la séptima economía del mundo y en 2017 recibió casi 80 mil millones de dólares de inversión externa. Por su parte, su Banco Central tenía reservas de casi 400 mil millones de dólares (Cepal).

Por eso, en el libro destaco que de extenderse el “Fondo de Cese Laboral” a todos los trabajadores del país -propuesta que coincide con lo expresado meses atrás por el ex ministro Roberto Lavagna-, dejaríamos atrás el estancamiento y volveríamos a ser uno de los países de mayor crecimiento y desarrollo.

*Miembro del Departamento de Política Social de la UIA. Autor del libro Pleno empleo.

Producción: Silvina Márquez.