OPINIóN
Pésaj

La comunidad judía enfrenta la pandemia con una solidaridad única

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Fiesta. Se relata la historia de la salida de Egipto del pueblo de Israel. | shutterstock

Próximos a la celebración de Pésaj, la fiesta en la que se relata la historia de la salida de Egipto del pueblo de Israel donde fueron esclavos, los judíos – fiel a su espíritu solidario y de atención al prójimo – organizan iniciativas para ayudar a salir adelante a quienes más lo necesitan.

Pésaj se celebra principalmente en los hogares, con una cena festiva y la lectura de la Hagadá libro que narra la salida de Egipto. Esta celebración se inicia con la noche del Seder, un banquete familiar en el que se conmemora el paso de la esclavitud a la libertad. Se acostumbra comer Matzá, un pan sin levadura que recuerda la mañana del Éxodo, en la que los judíos estaban tan apurados por salir de Egipto, que el pan no tuvo tiempo para leudar. La mesa del Seder debe estar cubierta con un mantel blanco, se coloca la mejor vajilla, y copas de vino para todos.

“Si a vos te va bien, a todos nos va bien, porque en Am Israel somos uno”. Este es uno de los grandes lemas de la comunidad, en la que las propuestas con fines sociales e inclusivos – como las que lleva adelante la ONG Gmaj Center, bajo los estrictos lineamientos del Rabino Eliahu Suli - son el gran emblema de una sociedad que solo ve el progreso de todos, no solo el individual.

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Los voluntarios apasionados por ayudar al prójimo están a la orden del día, tomando acciones entorno a la próxima festividad Pésaj, buscando beneficiar a las familias judías que más lo necesitan, entregando Matzá, jugo de uva y vino. El objetivo fundamental es que toda familia judía pueda celebrar Pésaj con sus tradiciones, y nada falte en su mesa.

La solidaridad con el otro es el foco principal de toda organización con raíces judías, más aún frente a la incertidumbre económica. Sin embargo, no solo se limita a tiempos de Pésaj, sino que siempre y en todo momento se está atento a las necesidades del otro, brindando herramientas necesarias para salir adelante por los propios medios.

Frente a lo difícil que resulta la vida cuando una familia pasa por un momento complicado, se comprende que la orientación y asistencia laboral y espiritual también colabora con la paz en el hogar, la convivencia, la autoestima y la educación de los niños.

“Dijo un jasid, cuando una persona pierde plata no perdió nada. Perdió las ganas, perdió todo”. Por eso, en los momentos más difíciles el pueblo judío se encuentra más unido que nunca.

*Miembro de la Comisión Directiva de Gmaj Center.