OPINIóN
balance de gestión

Los 100 días del Consejo Económico y Social

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Mediano y largo plazo. Para Beliz, el Consejo expresa reconstruir una cultura del encuentro. | NA.

“Ojo por ojo, y la Argentina quedará ciega”. Parafrasear la famosa frase de Gandhi no es solamente un juego de palabras. Es reconocer que el camino del diálogo constructivo resulta una opción posible frente a los callejones sin salida. Para construir la cultura del encuentro paso a paso, sin estridencias ni pausa, hace cien días pusimos en marcha el Consejo Económico y Social desde una convocatoria amplia y diversa.

Estamos lejos de arribar al puerto deseado, pero fijamos rumbos, métodos y obtuvimos frutos

En estos tres meses, convocamos a varios centenares de actores del mundo del trabajo, de la academia, del sector empresarial, de organizaciones sociales, funcionarios de distintas entidades públicas, legisladores del oficialismo y de la oposición de todas las regiones del país, organismos internacionales y expertos extranjeros para elaborar juntos planes de acción que conduzcan al diseño de políticas de Estado. Se trata de trabajar con responsabilidad, ciencia y conciencia, más allá de consignas altisonantes y pujas de poder coyunturales. El fruto es una agenda ambiciosa, plural y también alentadora.

  • Avanzamos en la discusión de una nueva matriz energética para el país, poniendo en marcha el proceso de elaboración de una Estrategia Nacional de Hidrógeno 2030, que siente las bases para la transformación productiva a partir de nuestros recursos naturales y humanos, y convertir a la Argentina en una marca regional y global de energía sustentable.
  • Convocamos a un amplio debate sobre el futuro del trabajo y la educación, que generó 50 propuestas específicas que buscan facilitar la creación de empleo en la economía digital, el desarrollo de la bioeconomía, la formación de habilidades para la industria 4.0, los empleos verdes, comunitarios y la economía del cuidado. Todo lo cual será volcado en un proceso participativo para el diseño de una operación de crédito con el Banco Mundial, que respaldará este objetivo.
  • Presentamos el acuerdo social sobre Contenidos Audiovisuales Argentinos, que con la participación de empresarios, inversores y trabajadores y trabajadoras de la cultura impulsa el fortalecimiento de las capacidades productivas y de exportación de la industria audiovisual, donde la creatividad y el talento argentino hacen la diferencia.  
  • Luego de un intercambio con expertos mundiales como Jeffrey Sachs, Rebecca Grynspan y Alicia Bárcena –asesores externos de alto nivel del Consejo–, impulsamos una declaración conjunta para apoyar cambios en la arquitectura financiera internacional, en línea con propuestas globales para canalizar los Derechos Especiales de Giro (DEG) de países desarrollados a países de ingreso medio y bajo. También para aliviar el peso del endeudamiento de los países en desarrollo con instrumentos financieros vinculados a la lucha contra el cambio climático. Estos consensos fortalecen la posición argentina de cara a las próximas Cumbres del G20.
  • En pos del objetivo de potenciar un desarrollo armónico territorial, el Consejo acordó impulsar un concurso nacional para apoyar experiencias piloto que posibiliten el arraigo, especialmente de los jóvenes, y la relocalización de familias en zonas de baja densidad poblacional. Es parte de una discusión más amplia que daremos próximamente sobre el destino de las tierras fiscales en el país y cómo fortalecer sistemas de información que potencien su identificación y mejor aprovechamiento para fines productivos y sociales.
  • Trabajamos para el fortalecimiento y mayor transparencia del Estado en áreas críticas, a saber: el relanzamiento del programa de administradores gubernamentales que alguna vez impulsó Raúl Alfonsín; el observatorio de obra pública para asegurar su transparencia; el diseño de un nuevo Código de Ética para la función judicial y los profesionales de las ciencias económicas; la adopción de mejores prácticas para toda el área de compras y contrataciones públicas.
  • Comenzamos a sistematizar el aporte de las ciencias del comportamiento al diseño de políticas públicas a través de una cooperación técnica con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Convocamos a los expertos nacionales en la temática, como prólogo para lanzar experiencias de evaluación, e institucionalizar un área específica en el Estado que conjugue el aporte del big data con lo mejor del conocimiento científico en habilidades blandas, para la mejora de políticas públicas.

Trabajamos al mismo tiempo en la puesta en marcha de los 25 Grupos de Transformación, cinco por cada misión, compuestos por una diversidad de actores para garantizar que todas las voces sean escuchadas. En ellos se abordan problemáticas decisivas para nuestro futuro en común, temas diversos que van desde los mecanismos para extender la cobertura alimentaria y nutricional a la incorporación de la tecnología necesaria para la producción local de vacunas contra el covid.

Nadie tiene una receta mágica ni automática para superar los problemas estructurales en la Argentina. Se trata de avanzar en diagnósticos comunes, escuchar voces distintas y lograr síntesis que signifiquen pasos concretos de acciones, propuestas, experiencias movilizadoras, rumbos de mediano y largo plazo compartidos.

Nada de esto hubiera sido posible sin el acompañamiento y responsabilidad de las consejeras y consejeros, y sin el apoyo decidido del presidente Alberto Fernández, quien personalmente participó de la mayoría de los encuentros y acompañó las mesas de trabajo, debate y discusión que integraron representantes del movimiento obrero y los movimientos sociales, dirigentes industriales, de comercio y agropecuarios, expresiones de la sociedad civil, las academias, el sistema científico tecnológico y las universidades.

Para dialogar no se necesita renunciar a las convicciones sino renunciar a los narcisismos

Por supuesto, sabemos que aún estamos lejos de arribar al puerto deseado. Pero en estos cien días del Consejo Económico y Social fijamos un rumbo, acordamos un método y obtuvimos los primeros frutos. Para dialogar no se necesita renunciar a las convicciones sino renunciar a los narcicismos. Para acordar políticas de Estado hace falta incorporar capacidad de escucha y dejar de lado el griterío destructivo. Para crecer como Nación necesitamos actitudes regenerativas, fraternas y solidarias. Superar la trampa del abismo que divide es posible.

*Presidente del Consejo Económico y Social.