La pandemia de coronavirus demostró algo que se venía palpitando y a lo que las empresas deben poder mirar de cerca. Hoy hay un ‘new normal’, la forma de adaptarse a los cambios es diferente y se pueden reconocer diversos perfiles dentro de la cultura empresarial.
En este marco crece con fuerza la transformación digital y las economías 4.0, que ya venían funcionando con éxito. Clientes y empresas se están habituando cada vez más a una forma de negocio “as a service”. Esto implica asumir la digitalización, potenciar/capacitar a los empleados para que puedan desarrollar sus habilidades en esa dirección y también acelerar el trabajo inteligente. Aplica en todos los sectores: desde transporte y hospedaje hasta salud y entretenimiento. A modo de ejemplo, podemos mencionar los casos de UBER, Airbnb, Nike y Netflix.
La confianza en las marcas en tiempos de coronavirus
Resulta interesante identificar cinco estados posibles en la transformación digital. Por un lado el de negación, el que adoptan aquellas empresas que emplean procesos manuales y se resisten a la innovación. Otra postura es la de aceptación, en la cual se asume que el cambio digital está ocurriendo pero no se tiene una estrategia clara para llevarlo adelante. Lo cierto es que si no hay un cambio de actitud, lamentablemente ambos quedarán fuera del mercado.
Equipos de trabajo, clientes y accionistas en épocas de coronavirus
En contraposición se encuentran las conductas adaptativas, transformadoras y disruptivas que asumen el desarrollo tecnológico y se valen de las herramientas disponibles. En ese sentido, serán las que perduren y continúen en el mercado a largo plazo. Se trata de empresas que tienen en cuenta los componentes de la transformación digital, los aplican, desarrollan y potencian a su favor. Por ejemplo Big Data, que implica que la compañía haya evolucionado de forma tal que aplique la “cultura del dato”; y Analytics, que permite ver lo que está sucediendo y porqué. Otros elementos son automation, vinculado a los procesos automatizados, y la inteligencia artificial, para poder predecir el siguiente movimiento.
No es posible escapar a la coyuntura y es fundamental reaccionar a los cambios. Por eso, todas estas cuestiones tienen que ser tomadas en cuenta por las empresas ya que, aun cuando finalice la cuarentena obligatoria, necesitarán continuar con la modalidad del teletrabajo. Las compañías son las responsables de cuidar la salud y la seguridad de sus empleados. Además, deben utilizar la situación para descubrir su capacidad laboral, conservar y reforzar la comunicación para prosperar a pesar de la situación.
El liderazgo después del Covid-19
El COVID-19 dejó en claro que los negocios deben adaptarse y reescribir su presente-futuro, lo digital es la nueva normalidad. Por lo tanto, para que una compañía pueda transformarse en una economía 4.0, debe asumir el momento en el que vivimos y actuar en base a nuevas formas de trabajo para evolucionar. Tiene que comprender que se trata de ser digital o no ser, y las maneras de aggiornarse son diversas. Pero para dar el primer paso es aconsejable consultar con empresas que brinden, por ejemplo, servicios decloud y Data &Innovation, para que las pueden orientar en el camino correcto. Resulta crucial ser capaces de romper con las reglas preestablecidas, innovar y crecer. Para eso, hay que involucrarse: dedicarle tiempo y labor a la mutación, no hay varitas mágicas.