OPINIóN
Psicología

¿Mi pareja es un psicópata? Claves para detectar a estas personalidades

Gozan con el sufrimiento de los otros y buscan esos espacios de vulnerabilidad para "atacar". Cómo detectarlos y sacarlos de tu vida.

Psicópata
Claves para reconocer a un psicópata. | Pshycho

La palabra psicópata se ha vulgarizado, como tantos términos ligados a la salud, y en general se la utiliza de manera incorrecta, arrojando un diagnóstico y etiquetando a una persona aunque solo presente algunos rasgos propios de ese cuadro psicopatológico. En definitiva, no es lo mismo ser que parecer. Aun así, es importante saber con quién estamos, siempre. No con la idea de juzgar, sino de conocer y conocernos. No hace falta ser profesional de la salud mental y andar diagnosticando, pero sí es importante registrar a tiempo las características de las personas que son significativas en nuestra vida, o que puedan serlo, y evitar, por sobre todas las cosas, ser víctima de maltratos.

En psicoanálisis se habla de tres grandes estructuras de personalidad, neurosis (algo así como la “normalidad”) psicosis (las llamadas “locuras”) y perversión (donde comúnmente se ubican las personalidades psicopáticas). Difícilmente un perverso entre a un consultorio, no hacen terapia porque no tienen nada que cambiar, no sienten angustia ni culpa ni arrepentimiento. “Todo lo pueden”, no muestran debilidad. Y si llegan a la consulta psicológica es para conseguir un certificado de “buena conducta” para intentar evitar alguna sanción judicial, o para psicopatear al profesional por algún motivo que solo ellos conocen.

Radiografía del psicópata

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El problema fundamental es que los perversos no perciben a las personas como iguales, sino que las reducen al lugar de objeto, o de cosa, a las que utilizan para poder satisfacer sus propias necesidades. Nunca contemplarán los deseos de los demás, salvo que sean útiles a sus intereses. No tienen empatía, no sufren con el dolor ajeno, todo lo contrario, gozan con la angustia percibida y generada. Al principio suelen ser fascinantes pero es desde esa fascinación donde comienzan a manipular, a implementar diversas estrategias con el objetivo de lograr sus cometidos. La seducción inicial se va tornando en frialdad, en cálculos y tácticas para armar su juego perverso. Son convincentes y capaces de realizar cualquier acto con tal de lograr sus objetivos, de establecer su propia ley. 

Ninguna persona es igual a otra, y ese es el encanto del ser humano, sus diferencias, la diversidad. Solo hay que prestar atención para poder detectar a tiempo, si es posible, todo vínculo que pueda dañar la salud mental. Es esencial, siempre, reforzar el trabajo interior, levantar las defensas psicoemocionales, porque los psicópatas se aprovechan de las personas vulnerables, ahí ven servido su manjar favorito, su forma de goce: la angustia que generan.