OPINIóN
Afganistán

Miles de personas necesitan ayuda

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EE.UU. Joe Biden reiteró la intensión de su país de finalizar los operativos de evacuación. | cedoc

La comunidad internacional tiene la responsabilidad de garantizar que se protejan los derechos humanos de las personas en Afganistán. Sin embargo, las primeras reacciones de los líderes globales al colapso del gobierno afgano y la toma del poder por parte de los talibanes se alejan de lo esperado. Defensores y defensoras de derechos humanos, mujeres, periodistas y minorías étnicas están en riesgo.

¿Por qué no son creíbles las promesas de los voceros talibanes sobre una supuesta moderación? Investigadores de Amnistía Internacional en el terreno hablaron con testigos presenciales que relataron cómo fueron torturados y asesinados nueve hombres de la etnia hazara hace menos de dos meses a manos de combatientes talibanes. Diversos reportes indican que actualmente se está rastreando a personas debido a sus creencias, identidad, afiliación religiosa y etnia.

Por su parte, las mujeres temen verse obligadas a volver a una situación en la que se les niega el acceso a las oportunidades educativas y laborales, e incluso a los espacios públicos y a la toma de decisiones básicas sin un acompañante o tutor masculino.

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Esta crisis de derechos humanos demanda una respuesta a la altura del desafío histórico que representa. Las imágenes del colapso del aeropuerto de Kabul fueron una clara muestra de la magnitud del problema. Contrariamente a lo esperado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido el pasado martes, no incluyó en su resolución la creación de un mecanismo independiente para vigilar los crímenes de derecho internacional y las violaciones de derechos humanos y abusos que se están cometiendo en Afganistán.

Al mismo tiempo, ese día el presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró –luego de una reunión del G7– la intención de su país de finalizar los operativos de evacuación el próximo martes, abandonando a su suerte a los miles de personas que buscan salir del país por miedo a una represalia del nuevo gobierno talibán.

Un sistema global basado en el respeto por los derechos humanos requiere de liderazgos dispuestos a hacer todos los esfuerzos necesarios para impedir que se viole el derecho internacional. Los Estados miembros de la ONU tendrán una nueva oportunidad de sancionar una resolución contundente dentro de unas semanas, cuando el Consejo de Derechos Humanos vuelva a reunirse.

Los países ricos deben colaborar para lograr una pronta evacuación de Afganistán de todas las personas que corren el riesgo de ser blanco de los talibanes. Además, deben permitir a quienes deseen salir del país y buscar refugio en el extranjero que puedan hacerlo, incluso suspendiendo temporalmente los requisitos de visado.

En ese sentido, los países deben recibir a afganos y afganas que buscan refugio. Para esto, tienen que existir caminos y vías seguras y regulares. Adicionalmente, deben proteger y asistir a quienes llegan a su territorio de forma independiente, ya sea por medios legales o irregulares; esto incluye otorgarles la documentación necesaria para asegurar el pleno goce de sus derechos.

Finalmente, es necesario apoyar a los países vecinos y otros países de la región para que mantengan abiertas sus fronteras, compartiendo la responsabilidad de la protección y asistencia a los refugiados.

Miles de personas en Afganistán necesitan ayuda. Los Estados deben adoptar medidas significativas y urgentes para protegerlas. La comunidad internacional no puede mirar para otro lado.

* Directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.

Producción: Silvina Márquez.