Los economistas de la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales (GRPS) del Foro Económico Mundial, se reunieron para analizar la situación actual, este es el Informe de Riesgos Globales. El “riesgo global” se define como la posibilidad de que ocurra un evento que, de ocurrir, impactaría negativamente sobre el PIB global, la población o los recursos naturales.
El GRPS de este año ha reunido los principales conocimientos sobre el panorama de riesgos globales en evolución de más de 1200 expertos de la academia, empresas, gobierno, la comunidad internacional y la sociedad civil.
En la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales de este año, más de cuatro de cada cinco encuestados anticiparon una volatilidad constante para los próximos dos años.
Las secuelas económicas y de salud derivadas de la pandemia se han convertido en impactos persistentes. Las emisiones de carbono aumentaron, los alimentos y la energía se convirtieron en armas por la guerra en Ucrania, elevando la inflación a niveles no observados en décadas, afectando el costo de vida y alimentando el malestar social. De hecho, en las perspectivas de corto plazo, próximos dos años, se identifican en el podio de factores de riesgo al costo de vida, la probabilidad de ocurrencia de desastres naturales y la confrontación geoeconómica. Mientras que en el largo plazo, diez años vista, desde una perspectiva pesimista las fallas y la baja probabilidad de éxito en la gestión de esos factores se convierten en los principales factores.
El cambio resultante en la política monetaria marca el final de una era económica definida por el fácil acceso a deuda barata y tendrá vastas ramificaciones para gobiernos, empresas e individuos, aumentando la desigualdad dentro y entre países.
En el caso argentino, los factores se derivan esencialmente de inconsistencias no resueltas que se presentan crónicas. Los factores de riesgo, en orden de importancia, son: el sostenimiento de la inflación, crisis de deuda, proliferación de actividades económicas ilícitas, colapso del Estado y crisis en la oferta de bienes básicos o commodities.
Si bien los shocks exógenos han tenido clara dominancia sobre los eventos de riesgo en el mundo desde el inicio de la pandemia, Argentina es uno de los países con dominancia de tensiones e inconsistencias internas que, al permanecer en el tiempo, se transforman en estructurales, tales son los casos de la inflación y la deuda, pues son derivados del desempeño del sector público, políticas económicas inefectivas e inconsistentes con los ingresos de la economía.
Las inconsistencias de la política económica de nuestro país, al menos desde el inicio desde el inicio del siglo XXI configuran comportamientos inconsistentes de los agentes económicos, agravando las dificultades, tal como la demanda de bienes público de bajo precio y el aumento constante de asistencia social.