OPINIóN
Coaliciones

Monstruos y personas

1-11-2020-Logo Perfil
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Frankenstein o el Moderno Prometeo es una novela de Mary Shelley de 1818. La historia es conocida, Víctor Frankenstein, de sus observaciones como estudiante de medicina, decide  crear un ser humano.

Para tan ambicioso fin va obteniendo, clandestinamente, partes de cuerpos diversos. Toma órganos de variadas funciones y les da forma en un cuerpo gigante (2,5 m). Así logra el nacimiento de un ser al que él llamó monstruo, engendro o criatura y al que le desconoce su humanidad.

Desde hace bastante tiempo, por múltiples causas, para poder llegar al gobierno no alcanza con los partidos políticos, sino que resulta necesario el entendimiento de coaliciones partidarias y, también, de algunos cuentapropistas que saben negociar sus escasos votos, producto de discursos mediáticos, pero que pueden resultar definitorios en una elección.

El ejemplo más reciente lo constituye la última elección presidencial de 2019.

Por un lado, el kirchnerismo, con un importante caudal de votos entiende que su número es corto para ganar una elección, incorpora al Frente Renovador para ampliar esa base cautiva y elige a un candidato a presidente gris (el color no pretende hablar de mediocridad sino de alguien que para la población no sea ni blanco ni negro) y que sume al torso caudillos peronistas repartidos en provincias e intendencias.

El gobierno de Macri, desgastado, se fue cerrando y, dando un manotazo en su fórmula, la estrecha aún más, sin lograr conservar los votos que se escaparon hacia el peronismo.

Llega el 2021, hora de elecciones de medio término pero ordenadoras de lo que pueda suceder en los comicios presidenciales del 23. Se reperfilan las coaliciones.

El kirchnerismo, acaso la estructura que, por el lado del gobierno, es la única que tiene objetivos claros y políticas de acción concretas, lima cada día a los otros componentes del armado que no parecen poseer fuerzas para resistir, si acaso apenas para sobrevivir.

Por el otro lado, tanto el radicalismo como el pro tienen responsabilidades de gobierno, lo que vuelca a sendas fuerzas al equilibrio entre la mesura y la denuncia. La UCR, el único partido de la Argentina que funciona como tal, comienza una serie de internas que definirán conducciones en la CABA, en la Provincia de Buenos Aires y en Córdoba.

Las líneas que se enfrentan tienen la intención de dar contenido político y social a sus propuestas y liderar la coalición opositora.

En ese sentido, ha surgido de una corriente del radicalismo el “Manifiesto por la esperanza democrática”, documento en el que se plasman una serie de ideas para una mejor democracia en Argentina, de alto contenido institucional.

En la misma dirección, los referentes del partido, en todas sus vertientes, tratan de saltar las inoportunas contiendas de personas y proponen proyectos y soluciones colectivas.

Pero estas ideas no alcanzan, ya que dentro de las coaliciones hay quienes, aun estando en ellas, pero por fuera de los partidos que las componen,  alzan la voz y apuestan a posicionarse mediáticamente con críticas, muchas de ellas verdaderas, pero sin construcciones homogéneas, tal vez con el solo fin de colarse en las futuras listas.

Una de las mejores películas derivadas del monstruo de Mary Shelley ha sido El joven Frankenstein de Mel Brooks, en ella, el encargado de tomar las partes del cuerpo para armar el nuevo ser, confunde el cerebro y escoge uno por debajo de las otras mejores opciones.

Ese es el riesgo de toda coalición, se puede tener corazón pero no cerebro, es posible poseer ideas pero intenciones mezquinas, se pueden mostrar brazos y piernas pero no movimientos.

Cada elección, científica, política, personal, marca un punto de no retorno, tal vez el peor error, la equivocada decisión del Dr. Frankenstein, haya sido no reconocer la humanidad en ese ser creado.

Una coalición, oficial u opositora, generada solo para ganar elecciones y no para recuperar instituciones hará mucho más pobres (literal) nuestras vidas.

*Secretario General Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) y Secretario General Organización de Trabajadores Radicales (OTR CABA).

 

Producción: Silvina Márquez.