En estos días de aislamiento, escuchamos algo que se repite: las personas cuentan, expresan, que están en sus casas haciendo limpieza y orden. Es interesante detenerse en esto. Desde el punto de vista del psicoanálisis, tomando las palabras orden y limpieza como significantes clave, a modo de llaves, nos abren y orientan en la escucha de la subjetividad. De lo que le está pasando al sujeto en este momento. Es decir, es como si esta pandemia que estamos atravesando, hubiera venido a limpiar y a ordenar. Cabría preguntarse en qué aspectos de nuestras vidas se aplica. Porque, evidentemente, cuando esto pase, vamos a quedar mucho más pobres y en peores condiciones de calidad de vida, algunos peores que otros, pero, en general, todos tendremos condiciones más paupérrimas que antes. Por lo tanto, ¿qué sera lo que el sistema capitalista va a limpiar y ordenar con esta pandemia?
Otro punto interesante para analizar es cómo se van a reordenar los lazos sociales. Podemos pensar en algunos pocos ejemplos cotidianos y hacer conjeturas. Por ejemplo, es común escuchar a muchas mujeres que viven solas con sus hijos, contar que aprovechan el tiempo para cocinar junto con ellos. Es sugestivo esto porque es como si nos retrotajéramos al siglo pasado. Muchos habíamos dejado de cocinar para dedicarnos a nuestros trabajos. Hasta hace pocos días nos manejábamos con Rappi, Glovo o algún delivery del barrio. Pero ahora, “¡a meter las manos en la masa!”. ¿Qué queremos decir con esto? Que la pandemia nos empuja al terreno la supervivencia.
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Por otro lado, esta cuestión del lazo social es inquietante porque se interrumpió en lo presencial con aquellos con quienes no convivimos. En este tiempo, no nos podemos ver con padres, hijos, nietos, amigos, compañeros. Sin embargo, en nuestra casa, se están reordenando esos lazos a medida que el tiempo se intensifica en torno a los convivientes.
Lo familiar va cobrando una nueva intensidad en estas horas de intercambio que hacía largo tiempo se habían perdido. ¿Cómo se va a reordenar el concepto de familia? Creo que en este sentido habrá un fortalecimiento entre los “convivientes”, tengan o no un lazo cosanguíneo.
Las pandemias en la Historia se articulan con la política y los órdenes de la Humanidad. Las pestes estuvieron ligadas a conceptos tales como lo sucio, lo que hay que limpiar. De modo que tenemos varios puntos para analizar durante nuestra cuarentena obligada. Por un lado, los conceptos de orden/desorden, y por el otro, la limpieza/lo sucio.
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El filósofo Slavoj Zizek hace pocos días escribió un artículo en el que planteaba que esta pandemia del coronavirus será un golpe letal al sistema capitalista. Según su análisis, el colapso económico que ya se está viviendo, se debe a que la economía capitalista se basa en el consumismo y la adquisición de riqueza, los dos valores más importantes en la “tiranía del mercado”. Lo que Zizek plantea es que estamos ante un momento propicio para reinventar la sociedad, repensarla y refundarla con otros valores, tales como la solidaridad y la cooperación. Esto tendría que ver con un nuevo orden de las cosas. El término “nuevo orden” desde el psicoanálisis, precisamente, lo pensamos en relación con la cultura y su malestar.
De la mano con este planteo, hubo dos cosas que se viralizaron desde España. La frase de una científica: “Ustedes le dan a un futbolista 1 millón de euros por mes y a un científico 1.800 euros. Ahora buscan un tratamiento para este virus, busquen a Cristiano Ronaldo o a Messi para que encuentren la cura”. Es una buena imagen del desorden, sobre cómo se fueron implementando las inversiones en el capitalismo. Lo podemos leer también como una metáfora de ese binomio que estamos describiendo.
Y la otra imagen es la de un médico español que dijo: “A este virus lo vence la solidaridad”. Esto está en relación a limpiar lo sucio. Es decir, limpiar la suciedad de todas las pasiones negativas que fueron alimentadas a lo largo de la historia: la falta de amor, de solidaridad, el individualismo, el egoismo, el narcisismo, el “sálvese quien pueda”.Exactamente lo opuesto a la fraternidad y a la solidaridad. Y al lema de la República Francesa –Liberté, Egalité, Fraternité (Libertad, Igualdad, Fraternidad)- que son los fundamentos de la democracia moderna.
En el marco de la política argentina, vemos que también se está instalando un reordenamiento entre el oficialismo y la oposición. Tal vez, finalmente, se atraviese la famosa grieta. O, quizás, no sea más que una expresión de deseos. Entonces, ¿será que esta peste viene a neutralizar las otras?