OPINIóN
Catedral París

Notre Dame: recuperar sin replicar

Esa pieza urbana tendrá que reconstruirse pero con una intervención nueva de arquitectura que dialogue con las ruinas, con los remanentes fragmentos dispersos.

20190416 Notre Dame
Esta iglesia es verdadero patrimonio universal. | AFP

Con fachadas sin espaldas, con un interior que emerge en sus pliegues zigzagueantes, con un espacio simbólico de vibraciones emocionales, como organismo vivo que desde el interior penetra al exterior, la catedral de Notre Dame, uno de los más preciados monumentos góticos, arde en llamas y su arquitectura, que late, que ruge, que contiene, que exclama, hoy encierra el antes y el después, la fatiga y la esperanza.

El icono mundial se derrumba ante nuestros ojos. Arde Notre Dame, claman sus gárgolas góticas desde sus desafiantes atalayas, ruge el silencio en la gran ciudad de la noche más oscura, se derrumba un símbolo de la humanidad envuelto en llamas y el cielo llora irrefrenablemente su muerte. Y frente a este desenlace irrefrenable un primer interrogante emerge: ¿debemos recuperar este patrimonio de la humanidad?

Por qué Notre Dame se convirtió en un ícono de la arquitectura mundial

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La respuesta inmediata, sin titubeos, es que sí, absolutamente. Esa arquitectura de enorme carácter per se, es también lo que es por las cualidades de su entorno. No daría lo mismo Notre Dame en el centro de París o en la periferia pobre de una ciudad de periferia. La siguiente pregunta que surge sería: cómo recuperar ese stock edilicio derruido. Y en ese sentido, la propuesta de futuro es recuperar sin replicar.

No cabe emular aquello que ignorara lo que en verdad hoy es. Con lo cual, esa pieza urbana tendrá que reconstruirse pero con una intervención nueva de arquitectura que dialogue con las ruinas, con los remanentes fragmentos dispersos. Una burda réplica invisibilizaría las anunciadas “profecías” de Nostradamus de mediados del siglo 16. Es indispensable una intervención de puesta en diálogo de sus novecientos años de historia.

Así quedó la catedral de Notre Dame mientras se investiga la causa del incendio

Sin embargo, como ironía del destino, la pregunta más incómoda podría ser: ¿dónde morará a partir de hoy Quoasimodo, el “Jorobado” que inmortalizó Víctor Hugo, quien desde la revolución francesa habitaba el templo?

*Doctor en Urbanismo y Arquitecto (UBA). Profesor regular en grado y posgrado y director de equipos de investigación. Dirigió planes de desarrollo urbano para distintos municipios argentinos. Autor de numerosos libros sobre el proceso de transformación de nuestras ciudades. www.guillermotella.com | @guillermotella