OPINIóN
Análisis

Tres 25 de mayo ¿una sola grieta?

Un brevísimo recorrido por 1810, 1973 y 2003, y algunos apuntes sobre la grieta y la forma de saltarla.

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Asunción de Nestor Kirchner el 25 de mayo de 2003 | Cedoc

La palaba grieta está de moda, es, tal vez, la más utilizada por los políticos/as y periodistas en nuestro país. Así, una rápida búsqueda en Google del término grieta en Argentina” nos da la friolera de más de 90 mil resultados.

¿Cómo podemos definir la grieta?, ¿Cuándo “nace” la grieta? ¿Se puede saltar o trascender la grieta? Procuremos avanzar brevemente en cada uno de estos interrogantes.

En mi opinión, la grieta no es otra cosa que la existencia de proyectos políticos diferentes, antagónicos, que no pueden coexistir pacíficamente. Así, una cosa es impulsar una economía con cierto desarrollo industrial, que proteja al empresariado nacional de la competencia externa y beneficie a las/os trabajadores con altos salarios y posibilidad de consumo (el ejemplo más evidente serían los años del llamado peronismo clásico 1946-1955) y otra bien distinta, es la apertura indiscriminada a las importaciones, el endeudamiento externo, otorgar altos beneficios al sector agroexportador y a las finanzas, la destrucción de las pymes y el empobrecimiento de los sectores trabajadores. ¿Pueden coexistir armónicamente estos dos proyectos?

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La grieta puede destruir la gobernabilidad

Segundo interrogante: ¿cuándo nace la grieta en Argentina? Es preciso, en estos tiempos de celebraciones, remontarnos a los orígenes de nuestra nación y allí veremos que ya existían dos proyectos. Por un lado, el impulsado por Mariano Moreno, secretario de la Primera Junta, influenciado por las ideas de la Revolución Francesa y que planteaba una ruptura radical con la Monarquía Española. Por el otro, aquel encarnado por el presidente de dicha junta, Cornelio Saavedra, más moderado y contemplativo con las autoridades españoles, reacio a cualquier tipo de quiebre con éstas.

En otro 25 de mayo, en este caso de 1973, también hubo grieta. En este caso, ¡varias! Por un lado, un sector mayoritario de la sociedad que celebraba el regreso de la democracia luego de casi dos décadas de proscripción del peronismo, en las que tuvimos gobiernos militares y democracias raquíticas (Frondizi e Illia), enfrentado a otros sectores que preferían la continuidad de la dictadura de la Revolución Argentina y la prohibición total del peronismo. No obstante, ese 25 de mayo de 1973, mostraría también la existencia de otra “grieta”, al interior del peronismo: en apretada síntesis podríamos decir entre aquellos/as que querían una “patria socialista” y los otros/as que gritaban “Perón, Evita, la patria peronista”. De vuelta, dos proyectos políticos diferentes, antagónicos e ¿irreconciliables?

Por último, también un 25 de mayo pero de 2003, asumió Néstor Carlos Kirchner luego de la crisis más profunda que vivió la sociedad argentina en el 2001. Rápidamente, las medidas tomadas en materia de derechos humanos (juicio a los represores de la última dictadura militar, descolgar el cuadro de Videla, el apoyo a las Abuelas, Madres e HIJOS, etc.), en el plano económico y social, procurando proteger a empresarios y trabajadores e incluir a los sectores marginados del sistema, fueron construyendo una nueva grieta en la sociedad.

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Finalmente, ¿se puede saltar o eliminar la grieta? ¿cómo han “procesado” la grieta en los países más desarrollados del mundo? ¿cómo han hecho, entre otros, Francia, España, Alemania, Gran Bretaña -no me gusta colocar de ejemplo a los Estados Unidos, uno de los países más inequitativos del mundo- para lograr el bienestar del conjunto de la población y a la vez tener una vida política medianamente pacífica?

La respuesta debería ser pongámonos de acuerdo en algunos puntos básicos: educación, salud, justicia, federalismo, cargas impositivas, distribución de los recursos, etc. Pero claro, cuando queremos llevar a cabo esto, aparece nuevamente la “maldita” grieta: ¿salud pública de calidad o medicina privada? ¿educación pública de excelencia o financiamos colegios privados? ¿Más impuesto a los ricos o aumentamos el IVA? Y así volvemos al inicio: ¿qué proyecto político, de país queremos? Ahí radica el punto central de la grieta. En definitiva, o enviamos satélites al espacio o exportamos limones.

¡Feliz 25 de Mayo para todas/os!