La recta final hacia los comicios de agosto está por comenzar. Los candidatos atraviesan jornadas clave, sobre todo con el desafío de vincularse con aquel electorado que se permite dudar -y especular hasta el final- sobre a quién le dará su voto. Así lo destaca una reciente encuesta publicada por la Universidad de San Andrés, que identifica que el 15% de los electores aún no definieron su voto.
La Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública, realizada entre el 2 y el 11 de Julio de 2019, sobre un total de 1.008 entrevistas en todo el país, reveló interesantes detalles del clima en el cual se enmarca la contienda presidencial.
Entre los puntos más importantes se encuentra el hecho de que ninguno de los tres espacios puede jactarse de tener candidatos con mayor imagen positiva respecto a la negativa. En este grupo, Mauricio Macri es el candidato con mayor imagen negativa (61%), seguido de Cristina Fernández de Kirchner (57%), Alberto Fernández (49%), Juan Manuel Urtubey (42%), Miguel Ángel Pichetto (41%) y Roberto Lavagna (36%).
Al calcular el diferencial (imagen positiva menos imagen negativa) los números dan cuenta de un escenario electoral marcado por la negatividad: los seis candidatos tienen un diferencial negativo, es decir que su imagen negativa supera la positiva, siendo Macri quien encabeza el ranking (-27%), seguido de los Fernández (-19% cada uno), Urtubey (18%), Pichetto (-16%) y con mejores resultados, Lavagna (-7%).
Con la imagen no alcanza: juegan las estrategias
En estas elecciones, en donde lo que predomina es el descontento y el rechazo de los electores hacia la oferta electoral, ninguno de los tres espacios más convocantes puede valerse exclusivamente de su imagen y la potencialidad -en términos de crecimiento de voto- de ésta.
En el juego de la polarización, puja agonal con evidentes beneficios para sus dos impulsores -el kirchnerismo y el macrismo-, la tendencia parece ser que tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos consolidaron sus núcleos positivos- en torno al 20%- como sus negativos -en torno al 45%-. Sin embargo, existe una sutil diferencia entre ambos, la cual, a medida que vaya transcurriendo la contienda electoral y lleguemos a la jornada de los comicios, puede ser determinante sobre el resultado.
Una de las formas de conocer los posibles “limites” que un candidato tiene en la búsqueda del voto, es preguntarle a los encuestados a quién “nunca votaría”. Esta pregunta nos arroja lo que usualmente se considera como el “techo” o límite de crecimiento electoral. Según los resultados de la encuesta mencionada, este techo es más bajo en el caso de los Fernández (47%), respecto a la formula Macri-Pichetto (44%). En otras palabras, son más quienes nunca votarían por los Fernández que por Macri- Pichetto.
Si bien estos valores parecen sutiles, y ciertamente pueden entrar en el margen de error de la encuesta (3.15 puntos), son diversos informes los que marcan esta tendencia, anticipando la dificultad que tendrá el Frente de Todos para vincularse con los electores enojados.
Por qué los indecisos son la clave de estas elecciones y cómo los miden las encuestas
Como si la caótica coyuntura criolla no lo ameritara por sí sola, esta hipótesis abre nuevos posibles cursos de acción. Sería licito pensar que, si el kirchnerismo apuesta con la misma intensidad que el macrismo a la polarización, un posible resultado sería que este último resulte triunfador en desmedro del primero, ya que, al fin y al cabo, son más los electores enojados con la fórmula kirchnerista que con la macrista.
Nuevamente -y siguiendo esta hipótesis- se refuerza la idea de que la apuesta del kirchnerismo en confrontar con el gobierno tiene un límite. En ésta, como en cualquier contienda, lo importante es elegir a los adversarios. Sobre todo, aquellos a los cuales atacar para lograr enflaquecer las filas de nuestro rival más corpulento. En términos de la coyuntura electoral, de lo que se trata es de hallar el adversario al cual, atacándolo, se lo logre nutrir de aquellos votos que detestan a CFK y que hoy se moran en el macrismo.
CP