OPINIóN
Desarrollo profesional

La trampa del éxito

Es preciso tener mucho cuidado de no caer en ella y perder lo mejor de nuestras vidas. Buscar el “balance” debe ser nuestro más importante objetivo como líderes.

Trabajo
Lograr el balance ideal consiste en escoger conscientemente, opciones muy explícitas sobre nuestras vidas y cómo invertimos nuestro tiempo. | PIXABAY

Raúl es un ejecutivo muy exitoso, trabaja en una empresa transnacional y acababa de ser promovido a director regional. Nos reunimos para nuestra primera sesión de coaching del año, con el objetivo de realizar un recuento del 2018 para identificar las áreas prioritarias de su desarrollo como líder para el 2019. Durante la reunión, me comentó que hacía dos semanas se había reunido con sus padres. Les contó de su nueva promoción, de los logros que había obtenido y del trabajo que había desarrollado. Obviamente, esperaba que lo felicitaran, pero no ocurrió así. Sus padres lo miraron asombrados y le dijeron: “Trabajamos mucho para que tú no tengas que trabajar tanto. ¿De qué sirven tus éxitos profesionales si no tienes tiempo para estar con tu familia, saborear la vida, tener amigos y vivir sin preocupaciones?”.

Lograr el balance

Lograr el balance ideal consiste en escoger conscientemente, opciones muy explícitas sobre nuestras vidas y cómo invertimos nuestro tiempo. No es fácil, pues requiere que, a veces, intercambiemos prioridades. La cantidad enorme de horas que inyectamos a nuestro trabajo está motivada por los reconocimientos que recibimos. Simplemente nos envuelve la “necesidad interior” que nos lleva a querer “demostrar” de modo constante que somos muy capaces de lograr resultados extraordinarios.

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Cuando Raúl me preguntó cuál debería ser su prioridad en el 2019, le di la misma respuesta que me dio mi mentor, Roger Enrico (CEO de PepsiCo Inc.) “tres cosas: trabajar menos, trabajar menos y trabajar menos” y al repreguntar a Roger: ¿Cómo haces para llegar y salir de la oficina sin maletín y dentro de los horarios normales?; su respuesta con una gran sonrisa fue: “Contando con gente como tú”.

Excesivo costo

El costo de lograr grandes éxitos es, muchas veces, excesivo, tanto en la vida familiar como personal, e incluso en nuestra salud. Cuando nos apasiona nuestro trabajo, aprendemos muchísimo, nos divertimos y estamos orgullosos de nuestros logros, por eso olvidamos la cantidad de horas que invertimos. Nos perdemos los mejores años de nuestros hijos, matrimonio, familia y amigos. Sin embargo, la experiencia me ha enseñado que se pueden obtener aún mejores resultados profesionales invirtiendo más tiempo fuera del trabajo.

Limites borrosos

Cada vez más, los límites entre el trabajo y nuestra vida personal están siendo borrados por las tecnologías: celular, web, email, WhatsApp, Facebook, etc. Se hace muy fácil que el trabajo prácticamente “devore” nuestra vida personal y nuestra vida profesional y nos acompañe día y noche sin parar. Es impresionante escuchar sonar los teléfonos celulares. Incluso, hay personas que tienen más de un celular. Lo que debemos hacer es poner reversa, que nuestra vida personal “devore” a la excesiva dimensión profesional y que nuestro recipiente se llene de emociones maravillosas, personales: tus hijos, tu pareja, tu mamá, tu amigo.

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Falsas suposiciones

Una de las causas de problemas de desbalance de muchos ejecutivos radica en que tienen que presentar una especie de “mística de éxito en el trabajo”, reflejada en una cara feliz y en una imagen de solidez frente a todos.

Es raro encontrar a alguien que cuando se le pregunta si es exitoso, hable sobre su éxito como esposo, padre o hijo. Este tipo de logros no están en la lista de cosas que hacen exitosa a una persona. En nuestra sociedad, este tipo de cosas parecen no tener “glamour” ni atracción frente a ese potente elixir compuesto de riqueza, poder, privilegios y no depender de nadie.

Veamos en detalle tres falsas suposiciones:

  • El éxito es absoluto y tiene un finalEs falso que una vez alcanzado el éxito nuestros deseos serán satisfechos para siempre. La realidad dice lo contrario; los ganadores de este tipo de éxito siempre quieren más.
  • El dinero y el poder son los ejes centrales. La verdades que a lo largo de mi vida sólo conocí a un rico feliz, y su felicidad no tenía nada que ver con su dinero, sino con la riqueza de su vida familiar y personal.
  • El éxito nos hará libres y nos dará cabida y aceptación en la sociedad. En realidad, existe en el ser humano una relación de amor y odio con el éxito. La contradicción de la naturaleza humana es que queremos lograr un sentimiento de pertenencia y al mismo tiempo sobresalir entre los demás.

Objetivo primordial.

Es preciso tener mucho cuidado de no caer en la “trampa del éxito” y perder lo mejor de nuestras vidas. Buscar el “balance” que nos haga verdaderamente felices debe ser nuestro más importante objetivo como líderes. Como definió Carl Gustav Jung, “Cuando conozco personas que tuvieron grandes éxitos, les digo que espero que no les haya dolido mucho”.