Si no podes dejar de entrenar. Si te gusta la indumentaria deportiva premium y, sobre todo, si estas de viaje por negocios o placer. ¡Basta de cargar con tu outfit deportivo! La novedad son los clubes de membresía, con opción a compra. Pero por sobre todo, la individualización del cliente. La tendencia no es solo en moda, también se extiende a rubros como el automovilismo. ¿Pero de qué estamos hablando?
El mundo del consumo de moda premium sigue mutando al compás de la tecnología. Hace ya unos años, en tiempos pre-Internet, que se divisan ya ¡muy lejanos! si queríamos encontrar indumentaria para entrenar en el gimnasio, no teníamos mas opciones que acercarnos a una tienda. Pero resulta que con la aparición de la World Wide Web, hacia fines de los 90 y luego el e-commerce, todo quedó al alcance de un simple click.
Nuevo Lujo: la adoración de la experiencia
En la era de las redes sociales y las plataformas inteligentes, con una simple membresía premium el equipo deportivo deseado estará a nuestra disposición en la parte del planeta en el que estemos. Tal es el caso de Fly Club, una iniciativa del Nike Innovation Lab (que se encuentra físicamente en la ciudad de Nueva York), y se enfoca en dar un servicio de “alquiler”a aquellos que son amantes delavida sana. La idea es que siempre, viajemos mas livianos.
La membresía provee el acceso a una plataforma (creada por la agencia Argentina Digitalpal) en donde además el usuario puede encontrar información referida a la vida sana. Todas estas opciones, desde luego, cambian la forma en que una determinada compañía se relaciona con sus clientes.
El consumidor se transforma
Detrás de este fenómeno tecnológico y social, subyace un nuevo modelo comercial de las marcas premium. El conocido BtoC (business to consumer), empieza a transformarse en DtoC (directto consumer), o sea un modelo de negocios que intenta eliminar eslabones en la cadena de distribución de productos, y se enfoca en la idea de que los clientes puedan relacionarse directamente con las marcas. ¿Porqué? Porque se parte de la base de que todos somos diferentes.
La norteamericana FlipFit es también otro ejemplo de los cambios que exige el cliente. Consiste también en una plataforma que como a la vieja usanza, y tras consultar cual es el presupuesto que el cliente puede gastar, envía una caja con indumentaria. Elegido el outfit, debemos subir fotos. La propuesta, por supuesto, es validada siempre por la comunidad y a mayor cantidad de likes, mayor posibilidad de obtener interesantes descuento en la siguiente compra.
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Y si hablamos de automóviles premium, la empresa Tesla también se ha subido a la idea del directtoconsumer: algunos de sus modelo sólo se pueden comprar vía web. E Incluso, todos los accesorios se puede pedir mediante Internet. Se acortan las distancias y por supuesto, se eliminan las concesionarias. En fin, de a poco, las empresas entienden que como consumidores, no somos una gran marea gris.
