"Entre un estímulo y una respuesta hay un espacio, es en ese espacio donde radica nuestro poder de elegir, donde se encuentra nuestra libertad". Esta frase del neurólogo y psiquiatra austríaco Viktor Frankl es una buena introducción al manejo de crisis de gobierno, y a la respuesta de Alberto Fernández a la pandemia del Coronavirus.
El estímulo es externo y no hay mucho que podamos hacer al respecto, el virus está en el mundo y se transporta con nosotros, de China a Dallas Fort Worth, y de ahí directo a Ezeiza. El virus iba a llegar y se iba a multiplicar. Esa era la situación, innegable.
La reacción comenzó con titubeos y subestimaciones, el Ministro de Salud González García declaró que "es innecesario tanto temor" y el Presidente le recomendó a la población que "tome bebidas calientes que matan al virus". Rápidamente, y con acertada asesoría de la comunidad científica, el gobierno cambió su posición y planteó un plan desde el distanciamiento social hasta la cuarentena, pasando por el cierre de fronteras y con una serie de medidas económicas para hacer más suave el golpe de la crisis.
Las medidas de aislamiento de los argentinos sacaron lo mejor del Presidente Fernández como líder, una persona clara, con sentido común, que se dio cuenta de la importancia de la pandemia, y está dispuesto a hacer lo que se deba para prevenirla, aún a costa de un duro golpe a la ya groggy economía argentina.
El Covid19 y un cambio en el paradigma económico
Es con todos. Poner a la Argentina de Pié. Argentina Unida. Tres conceptos que fueron mutando desde su campaña electoral hasta esta comunicación de crisis que por el momento parece exitosa, con un alto acatamiento de las medidas tomadas, sin mayores contratiempos y con lo que se supone, es una suba en su imagen personal de forma transversal a todos los colores partidarios.
Hasta acá, un caso de éxito, pero lamentablemente para Alberto y los argentinos, las crisis son una maratón y no una carrera de cien metros, la salida fue buena y firme, pero ¿cómo puede hacer el Presidente para mantener su buen manejo de crisis por los próximos meses?.
Un paper publicado por la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad China de Hong Kong en marzo del 2009, detalla los problemas que tuvo el gobierno de Hong Kong ante el brote del SARS en el 2003 (un virus similar con menor tasa de contagios pero una letalidad mucho mayor) y enumera los desafíos que tienen los gobiernos al enfrentarse con brotes de nuevos virus con riesgo de convertirse en epidemias.
Coronavirus: la crisis tiene el tamaño de la oportunidad
Algunos de estos, no voy a transcribir todos para no hacer esta columna demasiado larga, se muestran importantes en el accionar futuro del gobierno para mantener a la población unida y motivada en la tarea de que no colapse el sistema sanitario nacional.
El primer punto que describe el estudio, es que el gobierno debe demostrar efectividad en la prevención y contención del virus en la primera fase. Hoy estamos en esta etapa, es importante dejar en claro el ¨por qué¨ de las medidas, mostrar los avances,y siempre dar un horizonte de sentido sobre qué nos espera para el futuro cercano.Es decir, qué nos espera después de la cuarentena, intentando siempre salir mejor de lo que entramos.
En este punto es un problema que el presidente hable de que vamos a ver los resultados de esta primera etapa de la cuarentena obligatoria en los números de los próximos días, cuando lo más probable es que ante el aumento de los testeos, el número de infectados detectados crezca de forma abrupta, y esto desmotive a la población.
Otro punto que indica el estudio es proveer información sistemáticamente y con claridad, así esta no sea positiva. Hoy recibimos todos los días la cantidad de casos positivos totales en el país y la cantidad de estos que fueron fatales, pero falta todavía información relevante que esdifícil de conseguir, como la cantidad de testeos que se realizan diariamente, cuánto tardan esos testeos en dar el resultado (o sea, cuándo fueron testeados los casos positivos que nos informan hoy), y el aumento de la capacidad instalada del sistema de salud.
Coronavirus: cómo prepararnos para continuar el aislamiento
El último de los desafíos que plantea el estudio, es la detección de alertas tempranas sobre potenciales crisis de comunicación para el gobierno.Algunas de estas crisis pasarán inadvertidas en un principio, pero a medida que el cansancio de la gente crezca, pueden crearle una baja importante en la legitimidad al gobierno. Me parece importarte prestarle atención a los reclamos que empiezan a pedir un ajuste en los sueldos de la política, es un reclamo que hoy no representa un problema, pero que a medida que el agobio de la cuarentena y de la carencia ingresos aumente, puede convertirse en una importante crisis.
No cabe duda que esta crisis reviste una oportunidad para el liderazgo de Alberto Fernández, para asumir personalmente la conducción del País en estos momentos críticos, más allá de intereses personales, de grietas, y de referencias ideológicas. Si lo que necesitamos para salir de esta situación es unidad, esta se debe dar a través de un propósito, de un futuro mejor, y no de una figura.