La incertidumbre reina en el sector del comercio exterior, ya que a nivel global se ve afectado por riesgos geopolíticos en territorios estratégicos para el intercambio comercial. A esto, se suma una importante volatilidad en los costos de los fletes.
Este escenario complejo implica que los operadores de cargas revisen las rutas y las cadenas de suministros a nivel global.
De hecho, las tarifas transpacíficas de Asia a la Costa Oeste de EE. UU. bajaron un 50% durante el primer trimestre del año, para luego duplicarse entre marzo y junio.
Esta situación refleja una gran dependencia a los anuncios arancelarios y las modificaciones en la capacidad y la demanda.
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Los motivos de esta volatilidad son varios, como los ataques en el Mar Rojo, cambios en el equilibrio entre oferta y demanda y repentinos cambios arancelarios, que se traducen en carga anticipada y pausas en la cantidad exportada, y el encarecimiento de los gastos de seguros o combustible ante peligros relacionados con la seguridad del transporte.
Por otro lado, la estabilidad de las cadenas de suministro también está atada a la seguridad en pasos clave para el transporte marítimo. Un ejemplo claro es el Estrecho de Ormuz, por donde transita un 65% de las exportaciones de petróleo de Irán.
Aunque nunca se clausuró completamente, la posibilidad de que eso ocurra o no está atada a cómo se desarrolle el conflicto entre Israel e Irán, con la intervención de Estados Unidos.
Ante este panorama, los operadores de cargas deben prepararse para estas vicisitudes y analizar cuál es la mejor manera de enfrentarlas.
Las técnicas tradicionales incluyen la transición a contratos anuales más estables, la construcción de vínculos sólidos con los transportistas, basados en compromisos mutuos, y la revisión de los contratos para cubrirse ante posibles recargos unilaterales.
En tanto, los métodos más novedosos abarcan la implementación de futuros de flete para cubrirse ante la volatilidad, la confección de pronósticos de tarifas y escenarios, y la revisión de las ubicaciones de abastecimiento para reducir peligros logísticos y arancelarios.
En definitiva, tanto la variación de los costos de flete como los puntos geopolíticos más calientes rediseñan la percepción de los riesgos en el sector marítimo. La capacidad de anticiparse y diversificar las estrategias logísticas será indispensable para sobrevivir en
este mundo convulsionado.
* Gerente General de Outland Logistics
