El sistema de crawling peg que viene implementando la autoridad económica permitió mantener el tipo de cambio real durante el segundo semestre de 2020 en niveles ligeramente superiores al que rigió en diciembre de 2015, tras la eliminación del anterior cepo cambiario.
El crawling peg consiste en el ajuste gradual del tipo de cambio nominal de modo tal de evitar un desfasaje pronunciado respecto de la inflación doméstica, que precipite una abrupta devaluación. De este modo, el tipo de cambio se va deslizando paulatinamente y se evita tener que recurrir a un salto para compensar un atraso cambiario pronunciado como sucedió, por ejemplo, en mayo de 2018.
Para Fausto Spotorno, "al Gobierno le falta un plan integral económico"
En efecto, la política de atraso cambiario llevada a cabo desde fines de 2016 culminó con una devaluación del 22% en aquel mes, una nueva devaluación del 35% en agosto siguiente y un aumento de la cotización del dólar a lo largo de 2018 de casi el 100%.
Sin embargo, en el caso de la Argentina, la dificultad que presenta el crawling peg es que el deslizamiento gradual del tipo de cambio impacta sobre el precio de los productos de exportación que, como en el caso del trigo, el maíz y la carne vacuna, son la materia prima utilizada en los principales productos que integran la canasta de consumo. Por lo tanto, el continuo aumento del tipo de cambio se convierte en un factor que retroalimenta la inflación, dificultando su reducción.
Los argentinos recurren a los depósitos a corto plazo ante la inflación
Es verdad que en otros momentos se utilizó el crawling peg como un instrumento antiinflacionario, creyendo que el ajustedel tipo de cambio determinaría el nivel de la inflación. Así fue en el caso de la “tablita” cambiaria de Martínez de Hoz. El tipo de cambio variaba en niveles preanunciados que, a la postre, quedaban por debajo de la inflación mensual. Pero el atraso cambiario acumulado a lo largo de 1979 y 1980 forzó las grandes devaluaciones de 1981.
El crawling peg actual pretende que el tipo de cambio evolucione a la par que los precios. Implica no utilizar el tipo de cambio como un instrumento para bajar la inflación, pero requiere entonces emplear adecuadamente el resto de las herramientas económicas disponibles para reducirla.
La inflación del 2021 se ubicaría en el 50%
En efecto, la inflación en la Argentina es un fenómeno multicausal: generalmente se mezclan componentes monetarios, no monetarios e inerciales. El éxito de cualquier estrategia antiinflacionaria requiere de un enfoque integral que ataque al conjunto de los factores inflacionarios.
* Director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.