Marco Enríquez-Ominami, político, cineasta y excandidato presidencial de Chile por el Partido Progresista, fue entrevistado por Jorge Fontevecchia en el ciclo Periodismo Puro, reportaje que se puede leer este sábado Diario PERFIL y se verá a las 23,30 por la pantalla de NET TV.
En uno de los tramos de la entrevista el dirigente, casi un álter ego en materia internacional de Alberto Fernández, analiza los distintos momento que vivió América Latina, donde hubo un momento del progresismo al comienzo de este siglo, luego hubo un atardecer del progresismo, un regreso de gobiernos de centro derecha, y donde ahora pareciera haber nuevamente una corriente hacia gobiernos progresistas.
“Efectivamente, después de una tempestad, con algunos ahogados, algunos barcos hundidos, efectivamente soplan vientos progresistas. Hice un documental sobre esto durante dos años, que era '¿por qué pierden elección?, ¿por qué la izquierda pierde elecciones?'”, se preguntó.
Para el fundador del Grupo de Puebla, hay cuatro hipótesis: "el divorcio, la incomprensión de hablar con las capas medias, pasar de consumidor al ciudadano es una falla a la centro izquierda. En un contexto, quiero decir, de premisa, de que la década de oro más importante de los últimos 40/50 años es la de la década progresista, en término promedio: inflación, crecimiento en términos promedios, los gobiernos progresistas fueron los mejores de los últimos 50 años”, detalló.
Sobre la primera de esas opciones, consideró que es “una incapacidad de entender tu propio éxito". "Una especie de, si vamos con los griegos, de prometer un cadenado, nos comimos nuestro propio hígado". La segunda hipótesis, dijo, "es que nos volvimos conservadores al defender la obra pública, la obra, lo que se hizo, la década ganada, yo en eso soy minoría, discrepo”, explicó.
En esa línea, destacó que “las elecciones son sobre el cambio, son un plebiscito sobre el cambio. Suena básico, y pido perdón, porque es muy primitivo, pero de eso se trata, sino es sobre el cambio, es quien no entiende la elección. Por eso el eslogan más primitivo los conocimos en Argentina, en Estados Unidos “El Cambio”, “Cambiemos””, dijo.
“Los pueblos, con toda razón, en una elección no se preguntan si van a premiar al que hizo algo, premian al que va a hacer algo”, resumió el dirigente de izquierda. En palabras de Enríquez-Ominami, que fue candidato en tres oportunidades, “es cierto que la centro izquierda ha crecido electoralmente. La elección en Argentina es la prueba, fue un balotaje inmediatamente, no hubo tercera fuerza. La izquierda hoy día es del 40%, en todas partes”.
El Grupo de Puebla o el progresismo como campo de batalla
Respecto de la etapa en la que hubo un regreso de gobiernos de centro derecha, sostuvo: “Yo creo que la derecha quiere hacerte creer que solo se llega más rápido, pero yo creo que juntos llegamos más lejos. América Latina es el continente, es el más mal alumno del mundo hoy: en crecimiento, en desigualdad, en productividad, en institucionalidad”.
Consultado por los cambios que se plantea el progresismo luego de la experiencia de haber pasado el éxito, el fracaso y ahora retonar al poder, dijo que hay que ser prudente, aunque manifestó que hoy en día los proyectos progresistas “vuelven a encarnar la esperanza”. “Yo sería prudente, porque, claro, uno diría: 'Ganamos Panama, ganamos México, ganamos Argentina.. Vamos a ganar Uruguay'. Sería prudente, extremadamente prudente. Creo que hoy día, por ahí los proyectos progresistas vuelven a encarnar la esperanza, discutiremos si ganamos por derecha o por izquierda, qué significa como ganaron, el cambio ganó, pero quedamos bien”, consideró.
A.G./H.B.
