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Luis Pagani: "La inflación la está generando más el Estado que los privados"

El CEO de Arcor opinó sobre los modelos económicos que atravesaron Argentina y la región en los últimos 30 años. Video.

Luis Pagani, CEO de Arcor, entrevistado por Jorge Fontevecchia para Periodismo Puro.
Luis Pagani, CEO de Arcor, entrevistado por Jorge Fontevecchia para Periodismo Puro. | Cedoc

#PeriodismoPuro es un nuevo formato de entrevistas exclusivas con el toque distintivo de Perfil. Mano a mano con las figuras políticas que marcan el rumbo de la actualidad argentina, Fontevecchia llega a fondo, desmenuzando argumentos y logrando exponer cómo piensan los mayores actores del plano del poder. Todas las semanas en perfil.com/PeriodismoPuro.

El presidente de Arcor, Luis Pagani, fue entrevistado por Jorge Fontevecchia para #PeriodismoPuro y habló de todo. Responsabilizó al gobierno nacional al señalar que "no tiene un plan económico" y luego realizó una autocrítica sobre el rol del empresariado argentino en los últimos 50 años. "Somos parte de este fracaso", sentenció. A continuación, parte del análisis de uno lo de los empresarios más importantes del país.

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—Estuvimos abiertos en los 90 como nadie y luego cerrados en la década anterior. Pero ¿no hay una paradoja en decir que estábamos cerrados cuando tres cuartas partes de las empresas argentinas son extranjeras?
—Lo que usted dice es correcto. La pregunta es: ¿por qué una devaluación se traslada tan rápido a los precios? Porque hay muchas empresas que son extranjeras.

—Sus balances son en dólares y el CEO cobra el bono en función de su balance en dólares, no en pesos.
—Se lo mide así, sí.

—En la práctica, de alguna forma Argentina siguió abierta al mundo porque la extranjerización de las empresas argentinas en los 90 es algo que perdura.
—Sí. Gran parte de la economía grande está extranjerizada.

—¿Eso explica en parte por qué cuesta tanto bajar la inflación?
—Hoy la inflación la está generando más el Estado que los privados, al tener ese déficit fiscal. El anterior gobierno lo financió con la maquinita; este, con endeudamiento.

—Usted tiene empresas importantes en Brasil, y Brasil es un país en el que Arcor opera desde hace muchos años...
—También en Chile, y México, que es el mercado más competitivo que tengo. Brasil es más importante porque allí tenemos cinco plantas. Pero México exporta más.

—Quiero quedarme en Brasil porque usted atribuyó el problema de la inflación al déficit fiscal.  Pero Brasil tuvo más déficit fiscal que Argentina en 2016 y su inflación fue de un dígito, incluso con más deuda como porcentaje del producto bruto.
—Es que la economía de Brasil no está tan dolarizada. El brasileño piensa en reales. Tengo amigos que hacen construcción en Brasil y venden los departamentos en reales. Y la crisis por la que han pasado. El argentino, para transacciones importantes, piensa y cierra en dólares. Mire, voy a decir algo que no le va a gustar a Sturzenegger, pero nuestro peso es una moneda transaccional, no es una moneda de ahorro.

—Al asumir Macri, ¿podría haber existido un plan que simultáneamente erradicara la inflación con crecimiento, como fueron los planes de los 90 en Argentina y Brasil?
—Esa pregunta me lleva  al gradualismo, y  en eso coincido con el Gobierno. Con un shock no sé qué hubiese pasado.

—Lo que pregunto es si era posible un plan como los que hubo en los 90 en Brasil y Argentina. Que no fuera de ajuste e igual reordenase los precios relativos y acomodase la economía. Que fuera keynesiano, no restrictivo. Como fue la convertibilidad, como fue el Plan Real en Brasil, como fue el Plan Austral en los años 80.
—Sí, y yo diría, para ser crítico, que no sé si actualmente existe un plan. Creo que no. Hasta hoy seguimos sufriendo las distorsiones que tiene la economía argentina en términos de precios. Tal vez teniendo un plan hubiera sido otra cosa. El Gobierno, creo, tuvo un diagnóstico equivocado desde el inicio de su gestión.

—Volvemos al problema sobre que dos tercios del producto bruto privado de Argentina lo producen empresas extranjeras. Y las empresas extranjeras no tienen un CEO obligado a reportar en dólares. Si el dólar pasó de 9 a 14 como a la salida del cepo, sus balances se van a ver reducidos en dólares y la medida que usan las casas matrices para juzgarlos es en dólares. Entonces, decir que los precios internos ya estaban al dólar de 14 fue un error de diagnóstico.
—Fue un error de diagnóstico fuerte. Esto también me obliga a señalar que falta un conductor en la economía. Es difícil manejarla con cinco ministros, creo que usted lo puso en una contratapa.

—Cinco ministros y dos viceministros.
—Por eso lo digo. Es evidente que falta un conductor de la economía.

—Podríamos decir que uno es consecuencia de lo otro: para que haya un plan tiene que haber un conductor. La inexistencia del conductor también lleva a la inexistencia de plan.
—Claro, pero esa respuesta se la dejo a usted, que estudió bien las dos familias. Las respuestas debe encontrarlas en la otra familia…

—¿Cree que en algún momento Macri y su gobierno pensarán que es necesario un plan más integrado?
—Espero que sí, ojalá.

—¿Descarta cualquier  plan como aquellos de los 90, que se hicieron en Brasil o en Argentina, antiinflacionarios, ya no al principio del gobierno, sino a mitad, o al final? De hecho, el Plan Real se hizo un año antes de las elecciones en Brasil. ¿Cree posible que antes del próximo mandato haya algo así?
—Lo veo difícil, porque estamos a 18 meses de las elecciones. Estamos ya en campaña política y veo muy complicado imponer un plan de esas características.

—¿Qué pasaría si la inflación no bajara, si este año fuera superior al 20% y entonces ya no alcanzara para ganar las elecciones?
—Este es otro caso de estudio. Yo no soy muy focus group ni nada, pero creo que la sociedad argentina se acostumbró a vivir con un 20% de inflación. En los años de Cristina decían que la inflación era otra, pero en los últimos cinco, salvando esa distorsión del 40% que hubo, venimos en ese nivel. Cualquier otra sociedad no hubiese resistido.

—Si la sociedad se acostumbró a un 20% de inflación, si se devalúa y automáticamente las empresas extranjeras que reportan sus balances en dólares lo trasladan a los precios, ¿eso demuestra que no se sale gradualmente?
—No, y es más: me han dicho que es más fácil bajar del 300% al 20% que del 20% a un dígito. Lleva más tiempo. Es muy difícil, sí. Yo pensaba, y lo dije, que Macri en el 2019 iba a lograr el dígito. Pero recién podría lograrlo más allá de 2020, si tiene otro mandato. Ahí me equivoqué.

—¿Fue un error la conferencia de prensa del 28 de diciembre en la que el jefe de Gabinete exhibió al Banco Central alineado con los ministros del área económica?
—Fue un error que estamos pagando hoy.

—¿Comparte el mismo error de diagnóstico el creer que se podía bajar la inflación a un dígito, llevar el cepo sin que la devaluación se trasladara a precios, o cambiar las metas de inflación sin grandes consecuencias? ¿Hay un problema en la génesis del diagnóstico?
—Lamentablemente debo confirmar eso. Al no tener un diagnóstico y no tener un líder, pasa lo que pasa y ahora lo estamos sufriendo. Lo vemos los argentinos y se ve afuera, también.

Leé la entrevista completa de Jorge Fontevecchia a Luis Pagani acá.