El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, hizo referencia al caso del policía acusado de gatillo fácil Luis Chocobar y si bien señaló que su accionar fue "incorrecto", "no es un asesino, lo que hizo fue con la mejor intención".
El funcionario participó del una nueva edición del ciclo de entrevistas Periodismo Puro, que conduce el CEO de Perfil Network, Jorge Fontevecchia y se emitió ayer domingo por Net TV.
Consultado sobre el accionar de Chocobar, el ministro señaló que "claramente fue incorrecto", pero agregó: "Estoy seguro de que Chocobar no es un asesino, que ese día no se levantó y salió a la calle a matar. Lo que hizo fue con la mejor intención. Hay responsabilidad de parte del Estado, que fue quien lo llevó a la calle con una pistola y mal entrenado".
El ministro también apuntó contra la gestión de Patricia Bulrrich como ministra de Seguridad y le cuestionó el protocolo antipiquetes, la ley de derribo de aviones y la incautación de drogas. En esa línea, habló sobre la desaparición de Santiago Maldonado y reiteró que si él hubiese sido ministro de Seguridad no hubiese sucedido lo que pasó. "Nunca dudé de que a Maldonado lo íbamos a encontrar en el río. Nunca dudé de que la Gendarmería podría haber hecho una desaparición forzada de Maldonado", aseguró.
—Usted dijo: “Si yo era ministro de Seguridad, a Santiago Maldonado no le hubiese sucedido lo que le pasó”.
—No tengo ninguna duda. Y lo afirmo con total y absoluta honestidad intelectual. Nunca dudé de que a Maldonado lo íbamos a encontrar en el río, nunca dudé. Nunca dudé de que la Gendarmería podría haber hecho una desaparición forzada de Maldonado.
—¿Nunca dudó de que la Gendarmería podría hacer desaparecer a una persona?
—Nunca. Lo dije siempre y me costó muchas discusiones. Lo digo por el conocimiento que tengo respecto al accionar de las fuerzas federales. Pero Maldonado muere por la acción incorrecta y antijurídica del accionar de la Gendarmería. Porque la Gendarmería ingresó a una propiedad privada sin una orden para hacerlo. A partir de allí está encuadrada en lo que jurídicamente se denomina nexo de conectividad. Si la Gendarmería no hubiera ingresado, Maldonado no hubiera intentado huir y no hubiera cruzado el río. Por lo tanto hay una responsabilidad recurrente.
—También dijo: “Tuve que matar a bastantes delincuentes y nunca tuve problema”. ¿Cómo fue eso?
—No es grato hablar del tema; pero, ante ciertas situaciones como la toma de rehenes, uno tiene que tomar ciertas definiciones. Y a los jefes de operativo les doy órdenes claras. Para tomar semejantes definiciones hay que saber lo que se hace. Soy cirujano y le puedo asegurar que no hay peor cosa que abrir a una persona y operarla del corazón.
—¿Su primera relación con la muerte fue como médico?
—Tuve oportunidad de aprender mucho con el doctor René Favaloro. Cuando el doctor Favaloro trabajaba en el Sanatorio Güemes. De él tengo dos anécdotas que me marcaron. Lo más importante para un cirujano es saber lo que nunca debe hacer con un bisturí. Es lo mismo que ocurre con la policía. Cuando afirmamos la pertinencia de practicar tiro todos los días. La instrucción en un tiro es saber lo que nunca debe hacer un policía cuando saca la pistola y cuándo la debe sacar y cuándo nunca la debe sacar. Eso es la principal enseñanza que deja una práctica de tiro, cosa que se había dejado de hacer durante mucho tiempo y que ahora volvimos a empezar a revisar a partir de que Fabricaciones Militares nos empiece a entregar el millón y medio de municiones que necesitamos todos los meses para volver a capacitar a la policía. No solamente para que cuando tire pegue, sino para que nunca saque la pistola cuando no la tenga que sacar.
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—¿Lo que hizo Luis Chocobar es incorrecto?
—Claramente es incorrecto. Estoy seguro de que Chocobar no es un asesino, que ese día no se levantó y salió a la calle a matar. Lo que hizo fue con la mejor intención. Hay responsabilidad de parte del Estado, que fue quien lo llevó a la calle con una pistola y mal entrenado. Chocobar es una muestra de los 40 mil efectivos de la policía local que tenemos en la provincia de Buenos Aires. Decíamos que en Almirante Brown hay mil policías locales. ¿Sabe cuántos mandos intermedios hay hasta llegar al jefe? Ninguno. Explíqueme cómo mil policías locales pueden funcionar sin los mandos medios.
—Usted dijo que estaba de acuerdo con ponerle un 10 a la gestión de Patricia Bullrich. Pero en una escala del 1 al 100. Eso sería equivalente a ponerle un 1 en escala del 1 al 10. ¿Por qué ese aplazo?
— Lo primero que dijo la ministra Bullrich fue “se acabaron los piquetes en la Ciudad de Buenos Aires, a partir de ahora vamos a hacer el protocolo antipiquetes”. ¿Qué pasó? Fracasó. Durante toda la campaña dijo que el problema del narcotráfico en la Argentina es que no hay ley de derribo, si en la Argentina hubiera ley de derribo se acabó el narcotráfico. ¿Qué fue lo primero que hicieron? Firmaron la ley de derribo. ¿Cuántos aviones derribaron?
—¿Ninguno?
—Exacto. Y la droga siguió, porque de hecho la ministra dijo tener récord en incautación de drogas. O sea, hay algo que está funcionando mal en su relato. Después dijo que “el problema de la Argentina es que el kirchnerismo desradarizó toda la frontera y nosotros la vamos a controlar”. ¿Cuántos radares pusieron?
—¿Ninguno?
—Nuevamente, está en lo cierto. No pusieron ningún radar sino que nosotros habíamos generado a través de un convenio con el Invap. A partir de la financiación del gobierno nacional, el Invap desarrolló un radar tridimensional de última generación. No solo lo desarrolló, sino que también lo homologó, que es lo más importante. Fue fabricado y lo empezamos a instalar. Lo primero que hizo Mauricio Macri cuando asumió fue ir al Fondo Monetario a pedir plata. La respuesta fue que le daban el dinero, pero debía detenerse el proyecto de fabricación del Arsat, porque Argentina no puede ocupar las órbitas geoestacionarias que necesitamos para los satélites de geoposicionamiento para dirigir nuestros misiles adonde los queremos mandar en el mundo. También pidieron desactivar el proceso de fabricación de radares porque es un negocio muy importante. Conclusión, no solamente no pusieron ningún radar sino que desactivaron el proceso de radarización de la Argentina. Y puedo seguir. ¿Se acuerda cuando fue a la frontera, a Orán, Salta, precisamente a un lugar que se llama Piedras Blancas? La frontera era un descontrol total, y la ministra apareció con el protocolo de importación para microemprendedores.
Sergio Berni: "Nunca dudé que a Santiago Maldonado lo íbamos a encontrar en el río"
—¿Atribuye la mirada positiva sobre la gestión de Bullrich más a la acción de la propaganda que a hechos reales?
—Fue usted quien dijo “ninguno”. No yo. Lo dijo usted. No es una apreciación objetiva mía...
—Pero al mismo tiempo reconoce que bajó la cantidad de homicidios.
—Lo único que realmente bajó es la cantidad de homicidios. Pero ¿es un éxito del gobierno? Es el producto de una política de seguridad que los viene bajando desde el año 2003, nosotros en el año 2003, por eso cuando usted me pregunta cómo van a ser los delitos en la Provincia durante este año, lo proyectado es seguir creciendo, ¿por qué? porque venimos de una base. No se puede, no, no lo puede hacer, bueno, en estos casos es lo mismo. Las políticas de seguridad no son políticas económicas. En política económica usted toma la decisión a la mañana de bajar la tasa de interés y girar tan fácilmente un transatlántico tan rápidamente. Las políticas de seguridad son políticas a largo plazo siempre. Y datos, como el homicidio, seguirán bajando.
—Pero no robos y hurtos.
—¿Pero cuál es el rol de un ministro de Seguridad? En mi caso, generar las reformas estructurales necesarias y suficientes para generar las bases con una mirada hacia futuro. Generar políticas que puedan mantenerse a lo largo del tiempo, además de generar no solo expectativas nuevas: también resultados deseables.
ED/MC