POLICIA
tambien pediran antecedentes y declaraciones juradas

Abusos en Mendoza: pericias psicológicas para curas y monjas

Es para todos los que estén en contacto con menores. Se realizarán cada dos meses. La decisión fue tomada por el Arzobispado luego de que dos sacerdotes fueran detenidos por haber sometido a 22 chicos.

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presos. El sacerdote Nicola Corradi (arriba) durante el traslado a la penitenciaría de Mendoza. Al igual que el cura Horacio Corbacho (der.), está acusado por 22 abusos contra menores hipoacúsicos. | Diario el sol

Las denuncias contra dos sacerdotes por abuso sexual de 22 chicos hipoacúsicos revolucionó el mundo eclesiástico. Por eso, el Arzobispado de Mendoza anunció que someterán cada dos meses a pericias psicológicas a monjas y sacerdotes que estén en contacto con chicos. También se les pedirá una declaración jurada y antecedentes penales a los religiosos que se radiquen en esa provincia.

Hace diez días, el padre Nicola Corradi, de 82 años, y el sacerdote Horacio Corbacho, de 55, fueron detenidos acusados de abusar sexualmente de más de veinte chicos que concurrían al instituto para niños hipoacúsicos Antonio Próvolo de Luján de Cuyo. Allí las víctimas contaron que “en la casita de Dios” eran sometidos sexualmente y debían practicarles sexo oral a los religiosos. Luego se conoció que el “padre Nicolás”, como lo llamaban los fieles, tenía antecedentes por abuso en Italia, y ahora se investigan otros casos en La Plata (ver aparte).

Ante la conmoción que generó en la sociedad, el Arzobispado de Mendoza anunció medidas inéditas en el país, entre ellas la realización de estudios psicológicos y psiquiátricos a todos los sacerdotes y monjas que estén en contacto con personas vulnerables, ya sean niños, adolescentes o ancianos. El registro se actualizará cada dos meses y entrará en vigencia el año próximo. También se le solicitará una “declaración jurada por parte de cada sacerdote que ingrese a esta arquidiócesis proveniente de una orden religiosa u otra diócesis, además de la documentación emitida por el superior religioso que acredite que no posee antecedentes penales ni problemas de adicciones”, se informó en un comunicado tras la reunión de los referentes de la Iglesia local con legisladores.

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Por su parte, el abogado de Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, Carlos Lombardi, le dijo a PERFIL que “cree que es un anuncio más demagógico que real”.

“A los seminaristas ya les realizan estos estudios, pero nunca se les notifican los resultados. Por eso, no deja de ser sospechoso que quieran hacerles estudios psicológicos a todos cuando ya lo hacen con los estudiantes”, opina Lombardi. “Aunque hipotéticamente parece una medida positiva, pero para calificarla primero hay que ver cómo la van a aplicar. En el país esta medida es inédita: sólo se realiza en algunas diócesis de Estados Unidos”.

Antecedentes. Corradi llegó a Mendoza en la década del 80 desde la ciudad italiana de Verona. Allí lo habían acusado por varios casos de abuso sexual (ocurridos entre 1955 y 1984) a otros menores de edad también sordomudos que concurrían al Instituto Antonio Próvolo en aquel país europeo. Mientras que el padre Horacio es oriundo de Castelar y fue trasladado a Mendoza en 2001.

Ahora ambos religiosos se encuentran alojados en el “pabellón de los violadores y femicidas”. Así se conoce al pabellón 5 del penal de Boulogne Sur Mer. Están junto a otros tres laicos también involucrados por la Justicia con los abusos en Próvolo.

Ese mismo pabellón fue noticia en noviembre pasado porque se denunció que los presos estaban hacinados y dormían en el piso. Desde el Servicio Penitenciario argumentaron que esta sobrepoblación se debía a que “en el último tiempo aumentaron los casos de abuso sexual y violencia de género” y que no cuentan con otro espacio destinado para el perfil de estos internos, ya que “por seguridad” no pueden juntarlos con otros presos.

Corradi y Corbacho dejaron la “casita de Dios” para ocupar una plaza en el pabellón de los violadores. Ahora la Justicia deberá determinar si son culpables o inocentes.

Aguer sintió vergüenza

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, se refirió a los casos de abuso que sacuden a la Iglesia: “Deploramos, con vergüenza y con súplicas de perdón, el mal que se ha inferido”.

Aguer también informó que  “no cuentan” con “denuncias archivadas” contra los sacerdotes acusados. “El padre Corradi no ha prestado servicios en La Plata durante mi gestión. No existen en nuestro archivo denuncias en su contra”, comunicó Aguer y completó: “El padre Horacio Corbacho cumplió funciones en La Plata desde 2007 hasta 2015 entre dos períodos transcurridos en Mendoza, donde recibió su ordenación sacerdotal. A comienzos de este año volvió allá. Tampoco en su caso existen testimonios que lo inculpen en esta sede”.

Al mismo tiempo, solicitó que “quienes tengan noticia de abusos cometidos en el Instituto Próvolo de La Plata se acerquen a realizar las denuncias”.