No fueron demasiado cuidadosos. Cuando recién asomaban los primeros rayos del sol, ellos guardaban relojes, alhajas y distintos elementos de valor en varias bolsas. Eran tres. Y estaban robando en una joyería del barrio porteño de Recoleta. No eran todavía las 6 de la mañana y las chances de que pudieran ser descubiertos crecían a cada segundo. Un vecino advirtió los extraños movimientos en un local que habitualmente abre sus puertas a las 10 de la mañana, y corrió hasta cruzarse con un patrullero. Segundos después el barrio despertaba a los tiros.
El caso ocurrió ayer en la calle Vicente López 1760, entre la avenida Callao y Rodríguez Peña. Dos efectivos de la Policía Federal, pertenecientes a la Comisaría 17ª de la Ciudad, se acercaron hasta el comercio luego de que un hombre les indicara sobre un posible intento de robo. Tres sujetos con varias bolsas corrían hasta un Fiat Uno azul que estaba detenido en la vereda de enfrente, con el motor en marcha. Al ver a los policías, el delincuente que estaba al volante comenzó a disparar para cubrir la huida. La respuesta fue automática.
Hubo varias detonaciones y por milagro nadie resultó herido. Según fuentes policiales consultadas por PERFIL, uno de los autores fue detenido, pero los otros tres –incluido el chofer del auto que disparó contra los policías– consiguieron escapar.
El apresado es un joven de 27 años de nacionalidad chilena que tiene domicilio en Avellaneda.
Los voceros indicaron que el vehículo con el resto de la banda salió a toda velocidad por la calle Vicente López y dobló en la esquina de Callao. Si bien se impartió un aviso de alerta al resto de los móviles apostados en la zona, no pudieron ubicar el rodado ni dar con los sospechosos.
En la puerta de la joyería secuestraron una bolsa con distintos elementos de valor que los autores habían elegido para llevarse. Según le manifestó el dueño del local a los policías que intervinieron a simple vista no habría detectado faltantes.
Personal de la Unidad Criminalística de Gendarmería Nacional llegó después para realizar pericias con el objetivo de recolectar evidencias que puedan servir para identificar a los delincuentes que escaparon.
En el caso intervino el juzgado en lo Criminal de Instrucción Nº 4, a cargo de Santiago Zavalía.
