POLICIA

Autos: ahora roban hasta el techo corredizo

Es una novedosa modalidad contra coches de alta gama. Galería de fotos

Reparación. Un empleado del taller Autoplanet de Warnes instala el cristal del techo de un coche que fue víctima de esta nueva modalidad.
| Cedoc

Las últimas estadísticas de las empresas aseguradoras del país muestran un preocupante aumento del robo parcial de autos y camionetas particulares. Según datos del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), esta modalidad creció casi un 30% en el primer semestre de 2013, en comparación con el año anterior. Y lo que es peor: en los últimos tres años subió un 80%. 

La sustracción de cubiertas y llantas de aleación sigue a la orden del día, junto a estéreos de última generación y equipos de GPS. Sin embargo, fuentes del mercado asegurador reconocieron a PERFIL que, a partir del año pasado, comenzaron a registrarse robos de techos corredizos, preferentemente en los modelos de Peugeot 206 y 207, entre otros.    

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“Este nuevo tipo de robo se instaló en el mercado hace más de un año”, asegura Gabriel Iezzi, abogado y representante legal de las empresas aseguradoras. “Los autos más afectados son los 206 y 207, dado que el cristal del techo corredizo se desliza sobre dos guías que se encuentran sobre el techo. Esto permite que la tarea del ladrón no sea muy tediosa, sólo tiene que forzar las guías y saca el cristal limpito”, explica.

En muchos de los casos la reposición del techo corre por cuenta del seguro porque se trata de un “robo parcial”. No obstante, el damnificado debe hacerse cargo de los gastos adicionales que genera el robo, porque el sistema debe reemplazarse y tiene un costo estimado de 5 mil pesos

En el taller Autoplanet, ubicado en la calle Warnes 871, reconocieron que casi todas las semanas reponen un cristal robado. De todos modos, aclararon que “son más los que se rompen que los que se roban”. Daniel, uno de los encargados del lugar, explicó a PERFIL que los modelos más afectados son los Peugeot 206 y 207. En otro local especializado del barrio de Núñez reconocieron que en los últimos meses recibieron un promedio de “tres coches con techos robados por semana”.

Según Iezzi “no se roba lo que no se vende”. “Los cristales son costosos y en algunos modelos existen dificultades para conseguirlos por las restricciones a las importaciones”, dice a PERFIL.

A partir de los datos que maneja Cesvi, el 51% de los robos parciales se concentran en el interior del país, zona que presenta solamente un 21,7% del robo total de vehículos. En cuanto a los autos importados, se registró un aumento del 36,2% de robo de autopartes. En este sentido, las estadísticas indican que el top 10 de vehículos importados con robo parcial del primer semestre acumula el 52,4% de los casos.

Descapotable. Florencia es consultora en comunicación y marketing, tiene 42 años y vive con su familia en el Bajo Belgrano. Hace tres semanas sufrió el robo del cristal del techo corredizo de su Peugeot 206. “Lo dejé estacionado a la noche en la calle y a la mañana siguiente, cerca de las 8, me acerqué y enseguida noté algo extraño. Me habían robado el techo corredizo pero por suerte no se metieron en el auto”, recuerda en diálogo con PERFIL.     

Florencia tiene su auto asegurado por robo parcial y el gasto que tuvo que hacer para reparar el daño fue un poco menor.  Pero sólo un poco. “A mí me costó más o menos 7 mil pesos, y eso que el seguro me cubrió el cristal. El tema es que una vez que te roban el techo los soportes no sirven más. Los tenés que reemplazar, y eso no lo cubre nadie”, aclara.

Por lo general, y según el modelo, el costo de reparación oscila entre 6 mil y 10 mil pesos, con el kit de soportes nuevos y la mano de obra incluida. En el mercado negro, un cristal robado puede venderse a 2 mil pesos. Además, el riesgo que corre el ladrón es menor porque el sistema de alarma no se activa.

 

"Repararlo me costó cerca de 6 mil pesos"

La mayoría de los casos denunciados ocurrieron en la Ciudad de Buenos Aires. Silvia, una médica formoseña que sufrió el robo en el barrio porteño de Palermo, fue víctima de esta novedosa modalidad delictiva hace poco más de un mes. “Cuando me subí advertí que me habían robado el techo corredizo porque el sistema no se activó”, cuenta a PERFIL.

El hecho ocurrió en las calles Córdoba y Bonpland, a metros de una escuela, y cerca de la casa de una amiga de la doctora, a quien ella había ido a visitar. “El vidrio lo sacaron limpito pero el sistema se rompió igual. La reparación me costó cerca de 6 mil pesos, además de los contratiempos que significa tener el coche parado”, asegura Silvia.

La mujer tiene un Peugeot 207. “Cuando lo compré pensé que podían robarme el estéreo o hasta una cubierta, pero nunca imaginé que pudieran llevarse el techo”, acota.

Silvia recordó que su coche tiene alarma volumétrica, pero asegura que el sistema no se activó. Como sucedió en el caso de Florencia (ver nota principal), los autores no se preocuparon por llevarse algún objeto del interior del coche.

Según fuentes consultadas, este tipo de robo es cometido por al menos dos sujetos, que colocan barretas en ambos laterales y presionan hacia afuera de manera sincronizada. “Fueron tan profesionales que casi no dejaron ninguna marca en el techo. Sólo un pequeño rayón”, destacó la médica, quien a su vez indicó que no realizó la denuncia porque entiende que “es una pérdida de tiempo”.  

“Nadie lo iba a recuperar”, sentenció.