Dos niños fueron hallados sin vida en bolsas plásticas y cajas de cartón meses atrás en Lomba Grande de Novo Hamburgo, en el sur de Brasil. La investigación del crimen, registrado en septiembre de 2017, arrojó macabras conclusiones luego de cuatro meses de sucedido el hecho: los chicos habían sido el centro de un rito satánico que incluyó abusos sexuales, cortes, desmembramientos, decapitación y canibalismo.
La identidad de los menores aún se desconoce, pero las autopsias determinaron edades aproximadas de 7 u 8 años, el varón y entre 11 y 12, la mujer. Estas pericias determinaron, además, que las víctimas eran hermanos.
De acuerdo a declaraciones a Radio Gaúcha del director del Departamento de la Policía Metropolitana (DPM) de Porto Alegre, en un principio se creía que las víctimas podían ser brasileñas, pero luego de algunos meses, la hipótesis apuntó a que eran argentinos.
Si bien algunas versiones sostienen que podrían ser oriundos de Corrientes o Misiones, Motta Lopes afirmó que resulta “prematuro” dar por hecho esa información.
Por los crímenes quedaron detenidas cuatro personas, entre ellas, el supuesto "brujo", integrante de la secta que habría protagonizado los terribles asesinatos. El jefe policial pudo afirmar, además, que uno de los tres sospechosos buscados por el crimen es argentino, y sería “discípulo” del “brujo”, principal acusado por el caso, según informó la Agencia Télam.