Un joven de 21 años fue golpeado salvajemente en una fiesta privada en San Isidro por ser homosexual. Así lo denunció la propia víctima, Pedro Robledo, quien fue atacado por estar de la mano con su novio, Agustín Sargiotto.
Según contó Robledo, todo comenzó cuando se le acercó un joven a decirle a la pareja que tenían que separarse. "Yo pensé que era un chiste", dijo, en declaraciones al canal C5N. Y agregó: "Con mi novio nos miramos y le preguntamos por qué. Ahí se acerca el hermano de este chico y nos empieza a gritar que esta era una familia católica y que estábamos ofendiendo a toda la fiesta y a la familia".
Los dos jóvenes, amigos de los dueños de casa, comenzaron a gritarles “¡putos de mierda, váyanse de acá!”. "¡Ustedes no pueden procrear y por lo tanto son deformes, se tienen que ir de acá!", profirieron, entre otros insultos. Sin embargo, las agresiones alcanzaron un nivel casi insólito. "El Papa es argentino, no puede haber putos argentinos", les gritaron.
“Me dio una piña en la cara, que me dejó en el piso y durante cuatro horas no reaccioné según me cuentan. No me acuerdo de nada de lo que pasó en ese tiempo”, contó Robledo.
La golpiza vino luego de que Pedro le dijera a sus atacantes que él también era católico y que comulgaba: "Me metió una piña en la cara y yo me caí al piso y desde ahí todo lo que voy a contar me lo contó mi novio".
Con el ataque, el joven perdió el conocimiento y empezó a perder sangre por la nariz. "Me empezaron a gritar en el oído 'puto de mierda, levantate'", sostuvo; mientras, sus hermanas y amigos intentaban frenar a los agresores.
Pedro fue llevado al sanatorio Las Lomas de San Isidro alrededor de las 3:30 del domingo, de donde se fue a las 8:30 de la mañana. Luego, denunció el caso a la Policía y hoy iba a realizar la denuncia en el INADI.
Por su parte, el presidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), Esteban Paulón, condenó el ataque. "Es llamativo que los agresores invocaran la argentinidad del papa Francisco a la hora de emprender la golpiza hacia Pedro y Agustín. Esperemos no estar frente a un rebrote fanático que nada tiene que ver con el espíritu de la enorme mayoría del pueblo católico. Nuestro país ha decidido hace más de dos años consagrar la igualdad plena para todas y todos los ciudadanos a partir de la ley de Matrimonio Igualitario. Y esa igualdad debe garantizarnos el derecho a la libre expresión de sentimientos en cualquier ámbito y bajo cualquier circunstancia”.
