POLICIA
CIFRAS que alarman

Cada tres días un policía bonaerense pierde su arma

Según datos del Ministerio de Seguridad, desaparecieron 700 en los últimos cinco años. Las denuncias son por “hurto, robo o extravío”.

Preparen y apunten. La Policía de Buenos Aires es la más numerosa del país, con más de 60 mil efectivos.
| Cedoc

Cerca de 700 armas de fuego pertenecientes a miembros de la policía de Buenos Aires se “perdieron, robaron o extraviaron” en los últimos cinco años, según datos oficiales del Ministerio de Seguridad bonaerense.

La cartera que preside Alejandro Granados elevó un informe con el detalle del faltante, a pedido de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) de la provincia de Buenos Aires. El dato es significativo porque se trata de la fuerza más numerosa del país, que actualmente cuenta con más de 60 mil efectivos.

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“Se trata de números parciales y se infiere que la dimensión cuantitativa del problema es bastante mayor, pero al menos constituye un punto de partida”, explica a PERFIL Rodrigo Pomares, director de Investigación del Programa de Justicia y Seguridad Democrática de la CPM.

Según el informe, las 700 armas se perdieron entre septiembre de 2009 y el mismo mes de 2014. “Lo que nos alarma es la desaparición y el extravío de armas que estaban en dependencias policiales”, destaca Pomares.

Sobre este punto, fuentes del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires indicaron a este diario que a partir de octubre del año pasado se inició “un proceso de desarme en comisarías y destacamentos policiales”.

“Resulta indispensable avanzar en el desarrollo de depósitos seguros para las armas incautadas y secuestradas en el marco de delitos, para evitar que vuelvan a circular produciendo nuevos daños y muertes”, sostiene Pomares.

Viviana Arcidiácono, a cargo de la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, asegura a PERFIL que el registro de armas faltantes no es un número alto “si se tiene en cuenta la cantidad de efectivos que integran la fuerza”.

No obstante, otra fuente de la misma dirección reconoció a este diario (en estricto off the record) que la cantidad de armas que desaparecieron en los últimos años es superior a la cifra oficial. Además de los robos a destacamentos policiales, como el ocurrido el año pasado en la localidad bonaerense de Pueblo Doyle –a 23 kilómetros de la ciudad de San Pedro–, donde un grupo de desconocidos se llevó un arsenal y hasta equipos de comunicación, aprovechando que los policías habían salido a patrullar la zona. El mismo vocero aseguró que casi a diario un efectivo pierde su arma en barrios conflictivos del Conurbano.

Arcidiácono explica que la pérdida de un arma reglamentaria –ya sea por robo, hurto o extravío– amerita el inicio de un sumario interno que puede derivar en sanciones o exoneraciones, dependiendo del caso. “En términos generales se trata de medidas suspensivas, que consisten en una cantidad máxima de sesenta días de suspensión. En algunos casos puede ser motivo de cesantía o exoneración, por ejemplo si el arma reglamentaria no se denunció y aparece en un allanamiento, o en algún hecho delictivo”, indica Arcidiácono.

Cuando un policía se queda sin su pistola, cualquiera sea el motivo, debe abonar el valor fiscal de la misma, según aseguran desde la Auditoría de Asuntos Internos. “En mi caso me descontaron cerca de 3 mil pesos”, cuenta a PERFIL un efectivo policial al que el año pasado le robaron su reglamentaria en un asalto que sufrió en su casa de la ciudad de La Plata, junto a su mujer, también integrante de la Bonaerense.

Mercado negro. Las armas que son robadas a los policías pasan automáticamente al mercado negro, que no sólo abastece a los delincuentes sino que constituye un negocio millonario. “El problema es que no existe un registro certero de las armas que se secuestran, y entonces es difícil seguir el camino de las armas cuando desaparecen. Con estos números presumimos que la Policía es una de las fuentes de ingreso al circuito ilegal de armas”, acusa Pomares.

El tema es que los casos se repiten con peligrosa regularidad. Sin ir más lejos, una mujer policía fue baleada ayer por la tarde en el barrio Aeropuerto, en la ciudad de La Plata. La víctima recibió dos disparos –uno en cada pierna– y en el ataque perdió su arma reglamentaria. Según fuentes policiales, dos motochorros la sorprendieron en las calles 8 y 609 cuando caminaba en dirección a su casa con el uniforme y su pistola reglamentaria. Los voceros dijeron que uno de los sujetos le arrebató la 9 mm y le disparó en las piernas para impedir que pudiera seguirlos.

Desde ayer, su arma es una más de los cientos que circulan en el mercado negro que provee a los delincuentes.

En Rosario faltan más de cien. La provincia de Santa Fe está marcada a fuego por la guerra entre narcos que mantiene en vilo a las fuerzas de seguridad, y que se cobró decenas de víctimas en los últimas meses. El robo de armas a integrantes de la policía también despierta preocupación y alarma. Durante 2014 se realizaron 560 denuncias por robo o extravío de armas en todo el territorio, de las cuales 110 pertenecían a policías santafesinos.

Según un informe difundido por Rosario/12, respecto del total de pistolas sustraídas a uniformados casi la mitad de casos sucedieron en el Departamento Rosario.

En la publicación se detalla que el total de armas secuestradas por la policía el año pasado fue de 2.704. Sólo en la ciudad de Santa Fe hubo más sustracciones de armas a civiles que a policías en toda la provincia. Se extraviaron 560 armas en total, de las cuales 450 correspondieron a civiles, y las restantes 110 a agentes, el 20% del total. Pero 53 de las denuncias efectuadas por uniformados se realizaron en Rosario y alrededores.