Álvaro Antonio Ramírez Duque estuvo en el país impartiendo órdenes y supervisando la logística para que se lleve adelante un plan: enviar una tonelada y media de droga a Dubai. El objetivo no se cumplió, porque efectivos de la Policía Federal Argentina allanaron, en agosto de 2022, un galpón rosarino donde se acondicionaba la cocaína para luego llevarla en barco hasta su destino final. En ese entonces, este sindicado capo narco colombiano ya había dejado la Argentina. Ahora, por esta misma causa, fue detenido en España.
Ramírez Duque fue detenido cerca de Madrid, en una casa que compartía con su familia por Interpol. Según los investigadores, era uno de los líderes de esta organización junto a su compatriota Gabriel Jaime Londoño Rojas, apresado en diciembre pasado en los Emiratos Árabes.
“Estos ‘altos jefes colombianos’ estuvieron de paso en nuestro país durante los meses de mayo a julio del año pasado, coordinando la operatoria con la rama de la organización argentina para luego retornar a su país de origen”, informaron fuentes policiales.
Desde el momento en que aterrizaron en Ezeiza, “fueron monitoreados por efectivos encubiertos” de la PFA. “Tras sus pasos, los efectivos pudieron documentar todos los encuentros de este sujeto con el resto de los detenidos aquí en el país y como éste impartía órdenes, enrostrando su jerarquización por sobre el resto”, se detalló.
La pata argentina de la organización fue desbaratada y la causa cuenta con 15 detenidos y procesados.
Rosario-Dubai. La cocaína fue secuestrada por la PFA el 28 de agosto pasado en un galpón ubicado en Génova 2425 del barrio Empalme Graneros de Rosario, lo que constituyó el cargamento más grande secuestrado en esta ciudad santafesina.
Allí la Policía encontró 1.515 kilos distribuidos en 1.259 paquetes rectangulares acondicionados dentro de 14 bolsas “big bag”, que se utilizan para exportación de pellets de maíz.
De acuerdo a la investigación, el grupo hizo un envío previo a ese país antes de que se detectara la maniobra, aparentemente para “preparar el terreno”.
Para el juez Adrián González Charvay, los procesados “formaron parte de una organización criminal dedicada primordialmente a la realización de actividades vinculadas con el contrabando y/o tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en el orden internacional, contando para ello con una compleja estructura delictiva y los medios necesarios a esos fines”.
Aún hay un prófugo.
