Estuvieron encerrados en el penal de Ezeiza hasta el miércoles pasado, cuando la Corte Suprema ordenó revisar las condenas por la tragedia de Cromañón. Pese a que el fiscal Jorge López Lecube aclaró ayer que pueden volver a prisión, los músicos de Callejeros disfrutan de su reciente libertad. Maximiliano Djerfy (guitarrista), Christian Torrejón (bajista) y Daniel Cardell (escenógrafo con libertad condicional) recibieron a PERFIL en el estudio de uno de sus abogados, Nicolás D´Albora, a pocas cuadras del departamento donde Omar Chabán cumple prisión domiciliaria.
—¿Cómo fue la vida en la cárcel?
DJERFY: Es otro palo. Vos entrás y no es que tenés amigos delincuentes que te explican lo que tenés que hacer. Igual, te tratan de otra manera porque saben que vos no sos de ese ambiente. Fue como salir de una jaula, como si fuera un animal encerrado. Nunca hicimos nada como para estar adentro de una cárcel. ¿Por qué voy a estar ahí? Lo vivimos con mucha impotencia. Armaron una mentira para poder detenernos.
TORREJON: No te adaptas nunca, pero nosotros estábamos en un pabellón con gente más tranqui, con la que se puede hablar. Al principio, nos pedían que toquemos. No es algo normal tener a una banda de músicos en la cárcel.
—¿Por qué creen que los padres quieren que sigan presos?
T: No son todos. Entiendo y respeto el dolor, pero no cuando quieren buscar venganza.
D: Nos siguen culpando. Justicia ya no buscan, no sé qué buscan. Yo también perdí familiares. Yo sufrí como sufrieron ellos.
CARDELL: Creo que no lo pueden controlar y eso los impulsa a querer solucionar algo que no tiene solución. El dolor es el mismo para todos. Aunque nosotros cumplamos la peor pena, el dolor no se aliviana. Yo no los veo como enemigos ni como impulsores del daño causado. Ellos son tan utilizados como nosotros. El principal responsable de Cromañón es el Estado.
—¿Este es el final de la causa?
T: Esto no se termina más. Más allá de que en un momento se acabe la instancia judicial, esto se termina cuando uno se muere. La mochila no te la sacas más. Ahí murió nuestra gente, familiares, amigos y nuestro público. Es una herida que no se cierra más.
—¿Sienten culpa por lo que pasó?
D: Sí me siento responsable de haber estado tocando ahí. Pero culpa, nunca. Si no, no hubiera llevado a mi familia ahí.
C: Yo tengo claro que no soy responsable de ninguna de las cuatro imputaciones que me hicieron.
T: Las penas no tienen sentido. A mí me dan cinco años por ser el fundador de la banda y a Pato dos años más porque es el cantante.
—¿Qué piensan de la condena firme de Chabán?
C: Es la decisión de la Corte. Después de Cromañón, cerraron un montón de lugares por irregularidades. Había muchos como Chabán.
—¿Van a seguir tocando?
T: Cada uno está ahora con la familia, en paz. Más adelante se verá cuándo va a ser, pero vamos seguir.
D: Yo estoy con otra banda (Esas Cosas). Ayer estuve ensayando un poquito. Voy de poco, hacía veinte meses que no cantaba ni tocaba.
C: Con otros chicos tenemos un taller de escenografía. Estoy estudiando en la UBA y este año me recibo de profesor superior Artes Visuales.
—¿Les llegaba el respaldo de los fans y las celebridades?
T: Sí, muchísimo. A través de las chicas (sus esposas) o cartas que nos enviaban de acá o países limítrofe. Agradecíamos por internet, era la única manera de hacerlo. El apoyo de la gente que nos estaban dando. Bergoglio siempre nos respaldó y Estela también
—¿Cómo será recordada la banda?
D: Vamos a ser la banda de la tragedia, eso va quedar instalado en la historia argentina, pero para el rock vamos a ser una gran banda del rock nacional.
C: Tenemos más respaldo. Antes, una banda nos apoyaba y perdía el trabajo. Ahora no hay riesgo.