La investigación introductora que realizó la Justicia del asesinato a Fernando Báez Sosa concluyó que el grupo de rugbiers acusados se tuvo un primer enfrentamiento con la víctima dentro de un boliche. Se trata de Le Brique, un conocido local bailable de Villa Gesell, que permanece cerrado desde que ocurrió el hecho.
De acuerdo a la información que consta en el expediente judicial, la seguridad privada del lugar se encargó de retirar a los dos grupos de jóvenes hacia la calle. Fue afuera cuando abordaron a la víctima a golpes y le quitaron su vida.
"(La discusión) Empezó adentro de la discoteca pero pudo haber comenzado en la calle o en una plaza". El que habla es Maximiliano Vázquez, 56 años y dueño de Le Brique durante 24, hasta que vendió el comercio 4 años antes de la muerte de Báez Sosa que conmocionó a todo el país.
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"La bandita se pelea adentro, son sacados por distintas puertas en distintos momentos. Cuando Fernando se queda en frente de Le Brique, la banda estaba reunida en frente de un supermercado chino, donde planificaron el ataque. Después lo mataron en frente del boliche", contó el ex empresario en diálogo con Pablo Rossi en Esta Mañana (Radio Rivadavia).
El accionar de la seguridad
Cualquier persona que haya ido alguna vez a un local bailable sabe de la presencia de agentes de seguridad privada vulgarmente conocidos como "patovicas". Generalmente son varones que circulan por los locales para prevenir peleas o episodios que generen conflicto puertas para adentro..
El 18 de enero de 2020, los agentes que estaban dentro de Le Brique advirtieron de la pelea entre el grupo de rugbiers y el grupo de amigos de Báez Sosa. La decisión fue retirarlos a todos del lugar, mandarlos puertas para afuera.
"Nosotros trabajamos mucho con la Cámara Empresaria en la formulación de leyes porque había muchos problemas con la seguridad a partir de un caso en Belgrano. Desde esa época que la seguridad de los negocios tiene incumbencia hasta la línea municipal, o sea que no pueden participar de lo que pase en la calle", dijo Vázquez.
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A su vez, consultado sobre el accionar de la policía dijo que aparentemente "los que trabajaban en la zona se habían dirigido hacia la calle 102, en una de las esquinas, porque había un conflicto". Y reiteró: "No puedo como seguridad privada meterme en algo que sucede en la calle".
El ex empresario contó que el local quedó en manos del mismo grupo que trabajó con él durante más de dos décadas y que desde que ocurrió el asesinato de Fernando no volvió a abrir las puertas.
"Por humanidad debo meterme, pero una banda de estas actúa de forma muy rápida y premeditada. Fueron segundos, dos patadas certeras, un ataque furibundo por ambos lados. Lo estaban buscando", contó Vázquez.
AS/ff