En la investigación por la desaparición seguida de muerte de Luis Espinoza, el trabajador rural de 31 años oriundo de Tucumán que fue hallado asesinado, se reveló este martes 2 de junio que el impacto de bala que recibió el hombre fue del arma reglamentaria de uno de los oficiales involucrados en el caso.
Los resultados de los peritajes realizados en el Laboratorio de Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) determinaron que la bala, que impactó en uno de los omóplatos de la víctima, salió de un arma reglamentaria Jericho calibre 9 milímetros que pertenece al oficial José Morales y que fue secuestrada en el marco de la causa.
Así lo confirmó la abogada defensora de la familia de Espinoza, Cinthia Campos, en diálogo con radio LV12 de Tucumán. Para realizar las pruebas, los especialistas utilizaron un microscopio del comparador balístico, que permitió analizar el plomo y las vainas servidas que fueron levantadas de la escena donde fue visto por última vez el trabajador, antes de hallado sin vida.
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"Las últimas pericias que se realizaron fueron las balísticas, una de las más importantes, se hizo la comparación del proyectil y de las armas que le fueron secuestrados a los policías. No hay dudas que el que le disparó a Luis Espinoza fue el oficial José Morales", dijo Campos.
Asimismo, la letrada sostuvo que se imputaría a los ocho policías detenidos por el caso, que en las próximas sería recaratulado de "desaparición" a "homicidio agravado", luego de conocerse la pericia balística. “Hoy comenzarán las nuevas imputaciones por parte de la fiscal, estaba caratulado de manera provisoria como presunta desaparición, al haber reunido elementos de prueba suficiente se imputará a los policías de homicidio doblemente agravado", afirmó.
Junto al oficial, por el crimen se encuentran detenidos otros siete uniformados y dos civiles: el subcomisario Rubén Montenegro, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigilador comunal Sergio Santillán y otro civil, que es hermano de uno de los efectivos.
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Además, según consignó Infobae, la autopsia realizada sobre el cuerpo de Luis Espinoza confirmó que el peón rural murió en el mismo lugar donde fue baleado, minutos después del ataque. Los peritos estiman además que, debido a que el hombre pesaba 120 kilos y medía 1,83 metros, se necesitó de varias personas para trasladarlo hasta el lugar donde fue finalmente hallado. En esa línea, se peritará un vehículo que fue nombrado por dos oficiales en su declaración, que presuntamente se habría utilizado para el traslado del cuerpo.
De acuerdo a lo que consta en el expediente y a la declaración del hermano de la víctima, quien estaba junto a él cuando fue atacado, el 15 de mayo pasado el trabajador rural fue golpeado por la policía y luego llevado a rastras hasta un monte, tras un operativo realizado durante un festival de caballos cuadreros en el paraje de Melcho, de la ciudad de Simoca.
No se supo nada más sobre su paradero desde ese momento, y una semana después, el 22 de mayo, su cuerpo baleado en la espalda fue hallado en la provincia de Catamarca, a 200 metros del límite con Tucumán. La fiscal sostiene que el hombre fue asesinado en Melcho, que luego su cuerpo fue trasladado hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, descartado en Catamarca, donde fue arrojado por un barranco envuelto en plástico.
A.G./
