El 29 de abril del 2019 se realizó un allanamiento en una propiedad ubicada en Rivero al 5200, en Rosario. Entre los elementos secuestrados por la policía había un celular con mensajes que hacían referencia al crimen de un prestamista y balaceras a entidades del Poder Judicial local. Pero era todo falso y el aparato había sido plantado por un miembro de la Policía de Investigaciones (PDI) que participó del operativo. Esta martes, ese policía fue condenado a tres años de prisión como parte de una asociación ilícita encabezada por Esteban Alvarado y le atribuyeron el rol de “proveedor de impunidad”. Pero ya está libre.
Para entonces, David Marcelo Rey (43) era miembro de la PDI división Operativa de la Unidad Regional II pero, según la justicia, utilizaba su chapa y uniforme para proteger a Alvarado, el líder de la organización con conformaba, y desviar las investigaciones que lo tenían en la mira para que involucren a miembros de la banda de Los Monos.
Ayer, en un juicio abreviado, el ex comisario aceptó los cargos en su contra y fue condenado a tres años de prisión efectiva y seis años de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Pero luego de escuchar las acusaciones de los fiscales Matías Edery y Luis Schiapa Pietra por videoconferencia, el ex comisario obtuvo la libertad condicional porque estaba en prisión desde hacía 15 meses y ya estaba en condiciones de solicitar el beneficio.
Los fiscales establecieron que en aquel allanamiento, Rey plantó un celular para desviar la causa que buscaba averiguar quién había asesinado en noviembre de 2018 de tres disparos al prestamista Lucio Maldonado (37) y arrojado su cuerpo al costado de la calle con un cartel que decía “con la mafia no se jode”.
En el celular había mensajes de texto “destinados a ser analizados por los fiscales del MPA para que dirijan la investigación” por el homicidio de Maldonado “a un miembro de la familia Cantero”, líderes de la banda narco Los Monos, rival de Alvarado. Además, se buscaba que el contenido del aparato sirviera para incriminar a otras dos personas por la seguidilla de ataques a tiros que se produjeron contra el edificio del Poder Judicial en diciembre de 2018 y contra dos casas: la de una empleada del Ministerio Público de la Acusación y de un integrante del equipo de trabajo de la Unidad de Gravedad Institucional del MPA, se detalló en la audiencia.
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“Todo ello Rey lo llevó a cabo cumpliendo con su rol de proveedor de impunidad de la asociación ilícita liderada por Esteban Alvarado y a sabiendas que su aporte formaba parte del plan común elaborado por éste cuya finalidad era desviar la investigación por el homicidio de Lucio Maldonado e inculpar a otras tres personas, una de ellas relacionada con la familia Cantero, como los responsables del mismo”, informaron desde Ministerio Público de la Acusación.
Pero luego los fiscales pudieron establecer, según detallaron en la audiencia, que Rey tenía vínculos con Alvarado desde hacía, al menos, siete años. Y no fue la única intervención que hizo “Puchero”, como la llaman, para favorecer al líder de la organización.
Alvarado fue detenido en febrero pasado e imputado como instigador del crimen de Maldonado. Y Rey, junto a su hermano Marcelo (también miembro de la PDI) fueron apresados cuatro meses después por presuntos vínculos con el jefe de la banda. Ahora quedó confirmado que Alvarado y Puchero conformaban una asociación ilícita, según el propio policía admitió al aceptar los cargos en el juicio abreviado.
Pero la justicia tiene acreditado que el vínculo entre Rey y Alvarado se remonta a 2012, cuando el policía ocupaba un cargo en la Brigada de la sección sustracción automotores dependiente de la Agrupación de Unidades Especiales de la UR II. En ese momento, Alvarado integraba la banda de Los Rosarinos, que robaban autos de alta gama en Buenos Aires junto con Walter Bucci y Gabriel García.
Los investigadores establecieron que el 11 de julio de 2012, Rey se comunicó por teléfono con Bucci para alertarlo de que iba a realizar un operativo vínculado a unos vehículos robados para que “no se vea involucrado a sabiendas que Alvarado junto con Walter Bucci obtenían autos de manera ilegítima”.
Además le atribuyen coordinar con Alvarado el hallazgo de unos autos que habían sido robados en un estacionamiento el 1 de julio de ese año para “no perjudicar el funcionamiento de la organización”. “Así, David Rey lo llevó a cabo omitiendo cumplir las obligaciones de investigar y poner en conocimiento la comisión de delitos a los funcionarios públicos responsables de la investigación judicial de los hechos”, se precisó.
Tras las pruebas presentadas, el juez Pablo Pinto aceptó el acuerdo entre los fiscales y los abogados de Rey y condenó al policía como miembro de una asociación ilícita, por el delito de encubrimiento agravado, la omisión de promover la persecución de delincuentes y el incumplimiento de los deberes de funcionario público. Pero, igual Puchero ya está en su casa.
NG CP