Andrés “Pillín” Bracamonte (48), el histórico capo de la hinchada de Rosario Central que hoy fue detenido en el marco de una causa por lavado de activos, llegó a la barra a fuerza de peleas. Hace más de veinte años que maneja a “Los Guerreros” y su poder nunca estuvo en discusión.
En 2009, cuando fue entrevistado por el periodista Rolando Graña en la previa de un clásico con Newell’s, reconoció tener contactos en la política y haber participado en un “montón de peleas”.
Bracamonte habló rodeado por sus laderos. Y en un tramo los calló a todos, dejando en claro su poder. “Somos mil”, explicaba sobre la composición de la barra en aquellos años.
“Nosotros respetamos a los socios y los socios nos respetan a nosotros. Cuidamos al socio. Hemos levantado gente en la ruta. Nosotros no le robamos a Central. Acá se maneja otra clase de códigos, no como los que estaban antes”, contaba “Pillín”.
“¿Cuantas peleas tenemos? Un montón, pero nosotros no hacemos emboscadas; esas son cosas que inventan los diarios”. Sobre la vinculación de la barra con la policía y la política reconocía que reciben llamados. “Los políticos nos vienen a buscar. De vez en cuando algún teléfono suena. Y con la policía no tenemos relación: ellos hacen su trabajo y nosotros el nuestro”, aseguraba en la entrevista.
"Pillín" hace más de veinte que maneja la barra de Central. En ese tiempo tejió redes con Los Monos, la narcobanda más famosa del país. Incluso hay quienes aseguran que también tiene peso en la otra hinchada de la ciudad, la de Newell's Old Boys.
La caída de “Pillín”, el histórico capo de la barra de Central que vivía en un country
La cercanía con el clan Cantero tiene un registro fotográfico: en julio de 2011 "Pillín" fue invitado a la fiesta de 15 de Mariana, la hermana menor de Guille y El Pájaro. En la foto el barrabrava posa junto a Mariano Ruiz, uno de los lavadores de dinero de los Cantero; Mariano Salomón, lugarteniente de "Monchi" (otro de los líderes de los Monos), y "Teto" Vázquez, histórico barra leproso, entre otros.
Sin embargo, su abogado niega cualquier vinculación de su defendido con el narcotráfico: “Nunca lo imputaron en la Justicia Federal ni aparece en ninguna organización de nada”, responde.
"Pillín" también formó parte de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), la polémica ONG creada en 2009 por el dirigente peronista Marcelo Mallo. De hecho viajó al Mundial de Sudáfrica 2010 formando parte de esa delegación, aunque finalmente terminó deportado y detenido porque tenía prohibido salir del país por estar condenado a dos años de prisión por amenazas coactivas a un empleado de Rosario Central.
En septiembre de 2018 fue detenido en la cancha de Lanús cuando repartía entradas de protocolo -destinadas a dirigentes y allegados- a metros del ingreso al estadio.
Dos meses después sumó una nueva causa, pero por violencia de género. “Te voy a mandar a matar", amenazó a su ex mujer y madre de sus hijos. En la Oficina de Delitos de Violencia Contra la Mujer la víctima recordó que el capo de Los Guerreros llegó a perseguirla con un palo de béisbol y que le tiró "una camioneta encima".
"Pillín es un claro ejemplo de un hombre que ha sabido manejarse muy bien con los nichos corruptos de la Policía de la provincia de Santa Fe, con llegada a distintos de lugares de conducción política, no solamente de Rosario Central sino también de otros ámbitos", explica a PERFIL el diputado provincial, periodista y escritor Carlos Del Frade, acostumbrado a investigar la operatoria narco y la corrupción policial.
"Es un hombre que desde el año 2012 figura en distintas presentaciones judiciales vinculado al desarrollo del narco y siempre ha gambeteado eso, incluso en este allanamiento estaría vinculado a un caso de narcomenudeo, pero ahora parece estar limpio”, amplía.
Para Del Frade el caso "Pillín" sintetiza el poder mafioso de las barras argentinas. "Es un caso emblemático de la construcción de un poder desde un paravalancha que demuestra que la cancha chica del fútbol es nada más que la expresión de los negocios mafiosos en la cancha grande de la realidad, y Pillín es un ejemplo único en veinte años de historia de la política argentina".
LN/MC